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«Los padres separados a veces son un problema»

La presidenta de la asociación lamenta que surjan conflictos entre progenitores a la hora de consensuar el tratamiento

«Los padres separados a veces son un problema»

La presidenta de AFNADAH, Encarna Lloret, apunta un factor que no es baladí a la hora de diagnosticar y tratar a los niños con TDAH, y son las disputas que suele haber entre algunos padres separados, en general en todo lo que atañe a los hijos, pero en concreto a este problema, que es muy delicado, ya que requiere informarse bien y, en determinados casos, aunque no en todos, administrarle al menor una serie de medicamentos. «Aunque hay excepciones, por la experiencia de la asociación vemos que las madres se preocupan más que los padres», añade Lloret, y comenta que incluso hay casos en los que alguno de los progenitores contradice al otro y se niega a aceptar que su hijo padezca este trastorno. «Esa falta de consenso acaba perjudicando al niño», sentencia.

Diagnosticar a un niño con TDAH no es fácil, porque al principio se asocia con rabietas, mala educación, travesuras o rebeldía, cuando en realidad hay un problema neurológico. Los primeros síntomas aparecen entre los 3 y los 5 años. Existen tres tipos de TDAH; uno en el que predomina la falta de atención, otro donde se acentúa más la hiperactividad, y un tercero que es la mezcla de los anteriores. Si el TDAH no se trata desde la infancia puede ocasionar problemas graves en la vida adulta como fracaso laboral, depresión o adicciones, aunque también ha habido casos de genios hiperactivos, ya que estos niños son capaces de despuntar en aquellas actividades que más les gustan.

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