Dotar de nuevos accesos para conectar la ciudad y de Oliva y sus playas. Este es uno de los principales objetivos que el Gobierno de la ciudad, formado por Compromís y PSPV-PSOE, se ha marcado en esta legislatura con el fin de solucionar los problemas que existen en la actualidad y descongestionar de tráfico el paseo de Francisco Brines de Oliva al Mar, el único vial en condiciones que, en este momento, sirve de conexión entre los dos núcleos urbanos.
Esta ha sido una de las razones de la reciente visita de la vicealcaldesa de Oliva, Ana Morell, y el concejal delegado de Planeamiento del Territorio, Miguel Monzonís, a València para reunirse con el director general de Urbanismo de la Generalitat Valenciana, Vicent García.
En la dicha reunión los responsables olivenses le transmitieron al director general la situación actual de Oliva en materia urbanística, también por lo que respecta a los problemas existentes de ordenación territorial, que afecta su término municipal. Una situación que, desde el punto de vista del desarrollo urbanístico, es compleja, con varios sectores que no se han desarrollado y están sin reparcelar ni urbanizar, pero que sí que tienen viviendas construidas sin los servicios básicos.
Según trasladaron los dos concejales olivenses al responsable de Urbanismo de la Generalitat, para tener en cuenta lo que sucede en la ciudad solo hay que recordar que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente se aprobó en 1982, de manera que ha quedado completamente desfasado y no recoge decenas de normas y reformas que, en política urbanística, se han aprobado en los casi cuarenta años transcurridos desde entonces. «El PGOU de Oliva está totalmente desfasado y no concuerda con los tiempos actuales», reconocía la vicealcaldesa Ana Morell.
Por este motivo, tanto la Morell como el concejal Miguel Monzonís han anunciado que el ayuntamiento impulsará un Plan Estructural Especial, uno de los instrumentos aprobados por la Generalitat Valenciana que permite adaptar los PGOU desfasados, como ocurre en Oliva, a normativas más actuales.
Según señalan fuentes municipales, a partir de ahora lo que los técnicos y políticos municipales harán es diseñar esos cambios para permitir los nuevos accesos a las playas, entre otras medidas de «actualización» de la política urbanística de la ciudad.
No es algo a corto plazo, pero el departamento de Miguel Monzonís, y el Gobierno en su conjunto, sí estiman que no puede pasar otra legislatura sin que la ciudad disponga de los instrumentos y el ordenamiento territorial necesario para superar antiguos problemas.
A partir de ahora habrá una conexión entre el Ayuntamiento de Oliva y la Dirección General de Urbanismo de la Generalitat para poder llevar a cabo la creación de este instrumento urbanístico que podría solucionar, al menos en parte, esos problemas que arrastra la ciudad desde hace muchos años.
