Ha costado algo más de lo previsto, pero la Font d'en Carròs dispondrá, seguramente entre finales del verano y principios de otoño de 2020, de su «Casa de la Paraula», como ha querido bautizar el proyecto de rehabilitación y acondicionamiento para uso público de la vivienda en la que nació el lexicógrafo Francesc Ferrer Pastor.
El ayuntamiento, que hace años ya optó por adquirir por 125.000 euros la casa, situada en la calle de Sant Doménec, acaba de adjudicar la reforma del interior y del patio situado en la parte trasera del edificio. Será la empresa ATG Desarrollos 2011, de Canals, quien ejecute la obra, que se ha quedado por un montante de 301.713 euros.
Según señala el alcalde de la localidad, Pablo Puig, el plazo de ejecución de este proyecto, obra del arquitecto Roberto Moratal, es de ocho meses, de manera que, si antes de que acabe este 2019 comienzan las obras, como se estima que ocurrirá, la «Casa de la Paraula» podría inaugurarse hacia finales de verano o principios de otoño del año que viene.
El proyecto, uno de los que se impulsaron el año pasado coincidiendo con los actos del centenario del nacimiento de Francesc Ferrer Pastor (la Font d'en Carròs 1918 - València 2000), contaba con la duda de la financiación, porque una cantidad de trescientos mil euros no podía recaer exclusivamente en las arcas de un municipio como la Font. Las gestiones realizadas en todas las administraciones han permitido una curiosa cuádruple financiación, porque el dinero llegará del ayuntamiento, de la Diputació de València y de la Generalitat que, a su vez, ha conseguido una partida Feder de la Unión Europea, atendiendo que el museo, en cierta medida, servirá para atraer visitantes a la Font d'en Carròs y, por ello, a generar economía.
Como su propio nombre indica, la «Casa de la Paraula» será, fundamentalmente, un homenaje a la lengua de los valencianos que tanto amó, cultivó y divulgó Ferrer Pastor. En sus estancias se encontrará, donada por la familia del lexicólogo, una colección de fichas en las que aparecen las palabras que anotaba para estudiar su origen, cómo se pronunciaba, las variaciones locales y su extensión en el territorio. Las fichas son como una de esas pequeñas reliquias sobre cómo se estudiaba el valenciano por parte de una persona que, durante toda su vida, luchó para que esa lengua no desapareciera. Las anotaciones lexicográficas de Ferrer Pastor estarán junto a la recreación del estudio en el que trabajó el lingüista.
Además, y ya como un homenaje más personal a Francesc Ferrer, una de las estancias se dedicará a su familia, con elementos de imprenta para la edición de libros, profesión que tuvo el propio homenajeado y que ha seguido su hijo, y elementos que usaban los productores de vino, actividad a la que se dedicó su padre durante buena parte de su vida. También se contempla situar objetos relacionados con el gusano de seda y la producción de tejido.
En el gran patio trasero de la vivienda se habilitará un huerto con especies valencianas y, a cubierto, un pequeño museo etnológico con herramientas agrícolas que se usaban antaño que han sido donadas por la asociación Fils i Boixents. Ese mismo lugar se ha diseñado pensando en la celebración de actos abiertos al público.
La Font celebró a lo largo de todo el año pasado decenas de actos dedicados al autor, entre otros, del famoso Vocabulari Castellà-Valencià.
