Los alcaldes de Villalonga, Domingo Garcia, l'Orxa, Juan Pablo Pinar, y el de la Vall de la Gallinera, Ignasi Mora, se reunieron hace unos días con el objetivo de tratar una cuestión común que preocupa mucho a los tres municipios, el mal estado de la carretera que les une a través de la Llacuna.
Aunque se trata de un vial relativamente nuevo, especialmente en lo que se refiere a algunas pistas forestales, presenta innumerables desperfectos. El firme muestra grietas y, en muchos tramos, los árboles invaden la calzada. Esto, sumado a que es una carretera muy utilizada en ambas direcciones, la convierte en una zona de paso muy peligrosa.
La reunión, de hecho, tenía por objeto hacer frente común entre las tres localidades para presionar a la Generalitat, que es quien tiene la titularidad de dicha vía.
Domingo García denunciaba que «no se ha hecho nada de mantenimiento» en esta carretera desde que se habilitó y de ahí que se encuentre en el estado de abandono en el que está.
Garcia explicó que el alcalde de la Vall de la Gallinera ya se había dirigido en varias ocasiones a la conselleria «pero no le han hecho caso».