El director general del Agua de la Generalitat, Manuel Aldeguer abogó en Gandia por acometer obras en toda la Comunitat Valenciana que conduzcan a la interconexión de las redes de distribución de agua potable para garantizar la calidad de ese elemento a todos los ciudadanos.
En unas jornadas sobre el agua potable y las aguas residuales celebradas en Fomento, Aldeguer indicó que cuando un municipio o una zona se abastece de un único pozo o acuífero pueden producirse problemas de contaminación que, en los casos más extremos, llevan a prohibir el consumo a las personas.
Eso mismo ocurrió recientemente en la localidad de Palma de Gandia, donde el exceso de nitratos llevó a la Conselleria de Sanidad a ordenar al ayuntamiento que informara sobre la no potabilidad del agua. El problema se solucionó unos días después con la conexión de la red de agua de Palma a la de la vecina localidad de Ador, que se abastece de un pozo con líquido apto para el consumo.
El director general del Agua de la Generalitat señaló en estas jornadas que la Administración se ve obligada en muchas ocasiones a eliminar nitratos y otros elementos que contaminan el agua, lo que acaba encareciendo la gestión para garantizar la potabilidad a la población.
«Deberíamos plantear una especie de tejido mallado» en la Comunitat Valenciana, indicó Aldeguer, de manera que, si se produce un problema en una determinada zona, siempre se pueda conectar a otro punto de suministro de agua en condiciones. Esa red se abastecería de pozos perforados sobre acuíferos libres de contaminación. Una red de ese tipo ya existe, indicó Aldeguer, en los Canales del Taibilla, que suministra agua en el sur de la provincia de Alicante.
El director general del Agua de la Generalitat hizo esa reflexión en la presentación de las I Jornadas de Aguas Potables y Residuales de la Safor, celebradas en Fomento de Agricultura, Industria y Comercio de Gandia.
En ese encuentro Aldeguer también puso sobre el tapete una realidad a menudo desconocida sobre las aguas residuales. Según explicó, la Generalitat está trabajando en la redacción de un nuevo Plan de Saneamiento de la Comunitat Valenciana porque, si bien los ciudadanos piensan que todas las aguas negras están canalizadas hacia depuradoras, en realidad no es así. «Hay muchas edificaciones y polígonos aislados que todavía no están y vierten al mar o a acequias», señaló. En ese sentido, Aldeguer apuntó que uno de los objetivos de la Generalitat es aprovechar las aguas residuales tratadas, y más aún ante el escenario del cambio climático que apunta a sequías más prolongadas que pueden poner en riesgo la suficiencia de agua, especialmente para la agricultura.
La Safor, ejemplo de lo dicho
La comarca de la Safor es una zona idónea para describir los problemas y proyectos que planteó en Gandia el director general del Agua. Por una parte, desde hace décadas la Mancomunitat se vio obligada a captar agua baja en nitratos con la perforación de pozos en Villalonga para distribuirla a 13 municipios, un sistema que todavía funciona y que precisamente en unos meses va a ser mejorado.
Por otra, la contaminación también alcanza a los acuíferos de los que se abastece la ciudad de Gandia. En este caso la empresa Aguas de Valencia puso en marcha un plan pionero para aplicar un proceso de ósmosis que elimina los nitratos, a lo que se añadió, hace cuatro años, otro procedimiento de filtrado a presión para evitar que con el agua se distribuyan restos de productos fitosanitarios usados en la agricultura.
Respecto a las aguas residuales, la Safor espera, desde hace décadas, que el Ministerio de Medio Ambiente (ahora llamado para la Transición Ecológica) ejecute el proyecto que permitiría reutilizar el agua que llega a la gran depuradora de la Safor-Sur, situada en Gandia. Se trata, según datos del año pasado, de 13 hectómetros cúbicos, la mitad de la capacidad del pantano de Beniarrés.
