Las 800 actuaciones no declaradas que han sido detectadas a través de las inspecciones que ha llevado a cabo la Dirección General del Catastro en Tavernes de la Valldigna se suman al catálogo de inmuebles que este mismo organismo ya señaló a principios de este año como en diferentes puntos de la comarca de la Safor que presentaban ciertas irregularidades y, por tanto, debían actualizarse en los censos municipales para pasar a pagar el IBI que les corresponde. Las inspecciones se llevaron a cabo entre 2013 y 2018.
Según aquellos datos, hasta ahora existían 8.561 inmuebles que se encontraban de forma irregular, pues o bien se trataba de edificaciones y obras ilegales, o bien contaban con todos los permisos pero sus propietarios no habían dado curso a «la obligación de declarar de forma completa y correcta un alta o modificación».
Oliva lidera el ranking comarcal. En estsa ciudad, el catastro ha sacado a la luz 2.707 construcciones y obras no declaradas. Por detrás, a mucha distancia, se encuentran Gandia, con 747 inmuebles regularizados; Villalonga, con 663; Palma de Gandia, con 498, y Simat de la Valldigna, con 451. Estos son datos de principios de este año.
De estos 8.561 inmuebles que han salido a la luz en la comarca, la gran mayoría son de naturaleza urbana (más de 6.600) y el resto rústicos. Los hay que son construcciones nuevas, otros en los que se han realizado ampliaciones o rehabilitaciones que afectan a su superficie y otros que han sufrido reformas o cambios de uso que no habían sido declarados.
Por tipologías de infracción, en cuanto a las nuevas construcciones que no figuraban en el catastro y que han aflorado en esta revisión 2013-2018, destaca la Font d'en Carròs, donde el 100% de las 272 propiedades irregulares eran obra nueva. Por otro lado, en Xeresa, el 83,20% de sus 84 inmuebles regularizados son obra nueva. Le siguen Alfauir, con un 81,7% de las 86 propiedades inspeccionadas; Beniflà, con el 67,4% de los 45 inmuebles, y Benifairó, con un 61,44% de las 150 fincas revisadas.
Los trabajos de Catastro también permitieron aflorar muchas piscinas que habían sido construidas de forma ilegal.