La demarcación de Costas de València está sacando arena de la playa de l'Auir, al norte del litoral gandiense, para regenerar la de la Goleta, al norte de Tavernes de la Valldigna. Se trata de una actuación que, según se anunció en su momento, supone la extracción de entre 30.000 y 40.000 metros cúbicos de fina arena con destino a la Goleta, que sufre un severo proceso de retroceso, incluso con riesgo para las edificaciones allí existentes.
Lo que llama la atención es que para este proyecto se haya elegido una playa que supone un espacio natural singular, dado que no existen edificaciones. Además, como se ha podido comprobar, las excavadoras actúan a solo un metro de distancia de las dunas con flora y fauna que tiene que conservarse. Ese espacio está protegido por la normativa europea de la Red Natura 2000, pese a lo cual Costas ha considerado conveniente retirar de allí al menos una parte de la arena que necesita la Goleta consolidar una mínima franja de seguridad.
La extracción de arena de las playas suele ser polémica. Ocurrió el año pasado en Xeraco, cuando Costas se llevó gran cantidad de arena sin haberlo comunicado previamente al ayuntamiento y cuando ya había bañistas que ocupaban el lugar.
En el caso de l'Auir, cierto es que se trata de una playa que «crece» por efecto natural. La arena que las corrientes marinas transportan, que en esta zona van en dirección norte-sur, chocan con el gran dique de protección del puerto de Gandia, de manera que se va acumulando en la franja norte, donde está l'Auir.
Los trabajos que se llevan a cabo ahora están considerados de emergencia. Y es así porque la Goleta corre el riesgo, literal, de desaparecer. De hecho el Ayuntamiento de Tavernes exige desde hace años un proyecto que no sea un parche y que permita retener la arena que ahora desaparece.
