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«En Tavernes sí que es posible un Botànic, pero falta voluntad»

El exalcalde lleva a su equipo a Tavernes para que conozca el municipio que gobernó ocho años - Asegura que su marcha no estaba apalabrada

«En Tavernes sí que es posible un Botànic, pero falta voluntad»

La entrevista jamás publicada. Cuatro días después de celebrarse el pleno de investidura, que tuvo lugar el 15 de junio de este año, el ahora secretario autonómico de Innovación y transformación digital visitaba las instalaciones de Levante-EMV en Gandia para someterse a su primer cuestionario tras la reelección. Afrontaba un tercer mandato con un ayuntamiento saneado y era el momento de empezar a poner en marcha importantes retos de futuro para el municipio. Corría un miércoles, 19 de junio. La publicación estaba prevista para el domingo de esa misma semana, el 23, pero no llegó a tiempo. El viernes 21 saltaba la noticia adelantada por este periódico: Jordi Juan Huguet iba a ser nombrado alto cargo del Consell de la Generalitat que, con el adelanto electoral que decidió Ximo Puig, estaba en plena formación.

El exalcalde regresó el pasado viernes a su localidad para participar en un seminario de su Secretaría Autonómica. En un receso de la reunión con los directores generales atendió a este medio para responder a una nueva entrevista, que esta vez sí ve la luz.

Primera visita oficial a Tavernes desde que asumió el cargo.

Sí. He sentido alegría por poder hacer de anfitrión ante mi equipo, en mi pueblo y más en una institución que he tenido el placer de dirigir durante 8 años y en la que, a mi criterio, se han hecho avances importantes.

¿Por qué esta reunión aquí en Tavernes?

Los altos cargos de la Generalitat debemos visitar todo nuestro territorio. Y en una jornada de trabajo de tanta importancia como la que ha celebrado hoy (por el viernes) nuestra Secretaría Autonómica, tenía el gusto que fuera en Tavernes de la Valldigna para, a la vez, poder mostrar mi municipio a los directores generales que dependen de mí.

Una conselleria que arranca de cero. ¿Cuál es el propósito de legislatura de la Secretaría Autonómica de Innovación y transformación digital que usted dirige?

Nuestro objetivo a largo plazo es conseguir una sociedad inteligente, en la que la tecnología y la transformación esté al servicio de las personas, e inclusiva, en el sentido de que deben interactuar todos los agentes: empresariado, asociaciones, universidades, etc. En definitiva, buscamos la coordinación de todo el sistema de innovación valenciano y, por tanto, estamos hablando de una Secretaría Autonómica transversal y con impacto en prácticamente todas las consellerias. Si se analizan las direcciones generales que dependen de mi puesto, no es de extrañar que todas las políticas de digitalización estén en nuestro departamento, al igual que todas las acciones relacionadas con la innovación.

Uno de sus principales proyectos es impulsar las llamadas 'Smart City', pero es un proceso lento porque se necesitan recursos. ¿Tiene la Generalitat capacidad de dotar de esos recursos a los municipios?

Uno de los objetivos, efectivamente, es la creación de una Red Valenciana de Ciudades Innovadoras. El término 'Smart City' se se centra especialmente en cuestiones tecnológicas pero se debe hacer también innovación social y urbana para mejorar los barrios y distritos de las ciudades. Vamos a establecer unas líneas de ayudas para la creación de estas redes, independientemente de que cada conselleria tenga sus propias líneas de ayudas. Es cierto que no es una partida muy grande, porque estamos empezando y no buscamos proyectos grandilocuentes, pero es uno de los objetivos.

¿Cómo debe ser o qué debe tener una ciudad que pueda formar parte de la red innovadora?

Me vas a permitir la redundancia: Lo que debe tener son proyectos innovadores. Pueden ser, por ejemplo, desde la administración hacia dentro. Hablamos de la manera de relacionarse las instituciones con la ciudadanía en asuntos como realizar trámites administrativos y mejorar la burocracia. También se incluyen proyectos relacionados con el tratamiento de residuos o el despliegue de la banda ancha, entre otras muchas cuestiones. En definitiva, todos estos tipos de propuestas que den un plus que pueda hacer que una ciudad sea competitiva en un mundo global.

¿Todo esto llega a tiempo o ya va con cierto retraso?

La tecnología nos atropella y, desgraciadamente, no tenemos en la administración marcos jurídicos que nos permitan ir a su ritmo. Eso no significa que tengamos que estar parados, debemos tener capacidad de reacción. La Generalitat ha sido una administración que ha apostado por este tipo de políticas disruptivas para poner la tecnología al servicio de la ciudadanía. Queremos, además, que sea un territorio de referencia en cuanto a ecosistemas de innovación. Y en ese aspecto, los municipios tienen un papel muy importante como administración más próxima a la ciudadanía.

De acuerdo con que los municipios son importantes, pero no todos tienen la misma capacidad para responder ante este reto, ya que sigue existiendo una gran brecha digital. ¿Tiene previstas medidas para paliar esta enorme diferencia?

De hecho, nosotros tenemos una dirección general de lucha contra la brecha digital. Lo que pretendemos con este departamento es que, en esta revolución tecnológica que los expertos dicen que tendrá un impacto mucho más fuerte que la revolución industrial, es que nadie se quede detrás por cuestiones de género, económicas, sociales, o de formación, pero también territoriales, y ahí entra el tamaño de los municipios o el mundo rural. Nosotros, lo que nos hemos marcado como objetivo a corto plazo es crear un observatorio valenciano que diagnostique toda la brecha digital en todos sus ámbitos y, a partir de ahí, con ese diagnóstico, empezar a actuar de la mano de todas las consellerias. Uno de los proyectos que ya tenemos en marcha y esperamos que las Corts lo aprueben es la creación de cinco cátedras, una en cada una de las universidades valencianas para analizar y estudiar la brecha digital.

Ya le ha tocado 'bregar' por los presupuestos. ¿Ha conseguido lo que pedía?

En los presupuestos, los cargos públicos nunca tenemos bastante, pero sí que tenemos suficiente para empezar proyectos que antes no existían y a lo largo del 2020 podremos poner en marcha y creo que eso ya es importante y son retos que afrontamos con ilusión.

¿Los ayuntamientos están preparados a nivel de recursos humanos para asumir esa tranformación? ¿Han previsto programas de formación?

En los ayuntamientos y todas las administraciones. De hecho, en un documento estratégico de la Generalitat incidimos en un cambio de modelo en la economía, la sociedad y las infraestructuras. Cuando hablamos de la sociedad es fundamental los empleados públicos, los que son docentes y los que no lo son, por ejemplo los funcionarios de las administraciones municipales. Pero en ese aspecto estoy esperanzado porque cuando empiezas a pisar territorio valenciano te das cuenta de que los municipios están muy concienciados en la necesidad de innovar, en que la innovación hoy en día no es una opción, es una obligación para poder ser competitivo en todos los ámbitos, y yo estoy observando que los ayuntamientos, por sí misos, están trabajando en proyectos muy interesantes y que hay empleados públicos muy bien preparados.

Usted ha sido alcalde de Tavernes ocho años, cuatro de ellos diputado autonómico, también estuvo como concejal de la oposición antes de ser primer edil y ahora secretario autonómico. Todo, con solo 36 años ¿Cuál es su límite en la política?

Es una pregunta complicada porque la política es un mundo incierto en el que hoy eres secretario autonómico y mañana puedes estar en otro cargo público y al día siguiente estás fuera por una reestructuración de gobierno. La verdad es que estoy aprendiendo a vivir el momento y ahora el que me ha tocado vivir es este, creo que es muy apasionante porque ya es formar parte del Botànic II, donde se van a consolidar una serie de políticas que se pusieron en marcha durante la pasada legislatura, pero, por otra parte, en mi caso es contribuir a consolidar una nueva conselleria y estoy muy contento del equipo que hemos hecho, con altos cargos de los tres partidos del gobierno.

Ahora que habla del mestizaje en su departamento. Cuando usted ganó las elecciones en Tavernes se negoció para formar gobierno con el PSPV pero no prosperó. Su figura, debido a su pasado de mala relación con Víctor Borràs, generaba dudas a los socialistas, pero con su marcha y el nombramiento de González, tampoco ha sido posible. ¿Cree que los socialistas deberían repensar su postura?

Para Tavernes sería beneficioso que el PSPV entrara en el gobierno con un programa progresista pactado, mediante el cual se diera una estabilidad que permitiera poner en marcha una serie de políticas progresistas en consonancia con lo que se está haciendo en otras administraciones. Como persona de aquí me gustaría que el PSPV entrara en el gobierno.

¿Y por qué en Tavernes no es posible ese Botànic?

Yo creo que sí que es posible, simplemente falta voluntad.

¿Se ha hecho alguna gestión desde València para que en Tavernes haya un acuerdo?

No. Tras las elecciones hubo mandato al PSPV por parte de su ejecutiva de que se debía apostar por pactar con Compromís en Tavernes pero eso no se produjo en la investidura y posteriormente ya no hubo ningún otro mandato. No era una cuestión solo de Tavernes, sino que era una directriz autonómica.

Su dimisión a los seis días de ser reelegido alcalde impactó en la sociedad vallera. ¿Fue una operación pactada antes de las elecciones?

No. Fue durante la formación del Gobierno autonómico. El día antes de que se aprobara por parte del pleno del Consell la configuración de las Secretarías Autonómicas yo recibí una llamada de Mónica Oltra, me lo propuso y dije que sí. Si me preguntas por la decisión he de decir que fue estrictamente personal. Al final, los altos cargos de la política activa somos personas y llega un momento en que las decisiones son estrictamente personales.

¿Ni siquiera había llegado a sus oídos si su nombre estaba en las quinielas para entrar en el equipo del Botànic II antes de las elecciones de mayo?

No, no sabía nada.

¿Habría dejado la alcaldía si llega a sacar mayoría absoluta?

No lo sé, tendría que haber analizado la situación pero no sé que habría hecho.

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