No debe resultar fácil la colaboración, en un rango institucional tan elevado como es el de alcalde y vicealcaldesa de Oliva, entre dos personas que tienen abierta una causa judicial penal. Pero tanto David González, acusado, como Ana Morell, acusadora, consideran que esta cuestión no debe interferir en el ámbito del Gobierno local que los dos dirigen en esta legislatura.
A ambos se les nota que quieren ser prudentes un tema que los dos conocían con mucha antelación, incluso de antes de las elecciones municipales de mayo de este año. Los dos, por lo tanto, tenían en mente la querella cuando entablaron primero negociaciones para la investidura del alcalde, en la que Ana Morell votó a David González, y, después, para la formación del Gobierno local que, no sin la intervención de las direcciones de Compromís y PSPV en València, reprodujo el Pacte del Botànic.
Según señala el alcalde de la ciudad, en esas conversaciones para la formación de gobierno entre los dos partidos, «se decidió esperar a lo que los tribunales determinaran». Y todos asumieron que, en su día, gestionarían la crisis que se pueda derivar de la causa judicial.
«Considero que la responsabilidad del Gobierno local está por encima de todo», añadió ayer David González, dando a entender que, al menos de momento, se mantiene el pacto entre los dos partidos.
Casi igual se pronunció Ana Morell: «El Gobierno local debe trabajar para dar soluciones a los ciudadanos de Oliva y esta querella se enmarca en el ámbito de lo privado», dijo la vicealcaldesa, quien en muchas ocasiones denunció el comportamiento del anterior Gobierno local, y del alcalde en particular, en el asunto que ha derivado en esta demanda penal.
