Tiempo atrás, cuando las administraciones no tenían que ponerse a fondo con los recortes presupuestarios, el Ministerio de Fomento disponía de dinero para transferirlo a aquellos municipios que conseguían sacar las carreteras de titularidad estatal de sus núcleos urbanos. Con esos fondos, más los propios de los ayuntamientos, de la Generalitat, la diputación, e incluso de fondos europeos, se pudieron remodelar muchas antiguas carreteras para convertirlas en calles y hacer de esos trazados un paisaje más amable y confortable.
Gandia estuvo entre los últimos municipios beneficiados. Apenas hace unos meses concluyó la obra de remodelación del acceso norte a la ciudad y al polígono industrial de Alcodar, que fue un tramo de la N-332 hasta que el Ministerio de Fomento inauguró la ronda de circunvalación. Y ese cambio urbanístico aún se pudo beneficiar de 700.000 euros aportados por Fomento gracias a un acuerdo firmado en el lejano 2007.
Ahora, en plena era de recortes económicos, el Gobierno de España mira cada céntimo y hace años anuló esas ayudas a los ayuntamientos. Por eso no se prevén aportaciones del Ministerio de Fomento para adecuar las travesías de la N-332 en la comarca de la Safor a partir del momento, mañana por la noche, en que la autopista AP-7 quede libre de peaje y se reduzca el tráfico por los tramos urbanos de Xeraco, Bellreguard, Palmera, l'Alqueria de la Comtessa y Oliva.
Oliva ya piensa en un bulevar
La petición, sin embargo, ya está formulada. El diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha instado al Gobierno español a que aborde «con urgencia» una fórmula que permita incluir en los Presupuestos del Estado «el coste de las obras de reacondicionamiento de los tramos urbanos de las carreteras N-332 y N-340, que ahora pasarán a depender de los municipios».
En el caso de la N-332 a su paso por la Safor se trataría de conveniar con los ayuntamientos afectados para financiar, al menos en parte, las actuaciones de carácter urbanístico que los gobiernos locales ya está planteando.
Oliva, que ha sufrido durante décadas una de las travesías más largas de toda la Comunitat Valenciana, ya piensa en diseñar una especie de bulevar que obligará a una fuerte inversión y a ejecutarlo por fases. Bellreguard, Palmera y l'Alqueria de la Comtessa podrían optar por la misma fórmula.
Ahora bien, todos deberán tener en cuenta que la N-332 tiene que seguir ejerciendo la función de carretera hasta que se construyan los accesos previstos, uno al sur de Oliva, cuyas obras arrancarán en este 2020, y otro, posiblemente entre Gandia y Bellreguard, que conectará la N-332 y la AP-7, pero también la autovía CV-60 que conduce a l'Olleria. Esos enlaces permitirán entrar en la autopista, se llegue de donde se llegue, sin tener que atravesar ningún casco urbano.
El diputado Joan Baldoví, que estuvo hablando de esta cuestión con el alcalde de Oliva, David González, también ha pedido al Ministerio de Fomento que asuma las reivindicaciones de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad y disponga el dinero necesario para mejorar la conectividad de la AP-7 con los municipios de Altea-Polop de la Marina, Ondara-Gata de Gorgos, Gandia-Oliva, Alzira, Vila-real, Benicàssim y Vinaròs, así como que estudie la construcción de nuevos enlaces en Tavernes de la Valldigna, Almenara y Alcalà de Xivert.
