La Safor deja de perder habitantes por primera vez desde el 2009. En la última década, en la comarca habían causado baja casi 11.500 vecinos, una circunstancia que tiene mucho que ver con la crisis económica, que trajo consigo un importante descenso de la natalidad pero, especialmente, el regreso de muchos de los miles de inmigrantes que llegaron a principios de la década del dos mil en búsqueda de la oportunidad que ofrecía un país boyante en el que parecía que había trabajo para todos. Aquella situación se diluyó en forma de pinchazo de la burbuja inmobiliaria y abrió una década en la que resultaba muy complicado encontrar buenos datos en las estadísticas sociales y económicas de la comarca.
Los últimos ejercicios, muchos de esos datos han ido entrando en la zona verde y el del número de habitantes ha sido el último en llegar. El 2019, tras diez años a la baja, se registró un aumento de habitantes en la comarca de la Safor, según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La comarca contaba, a 1 de enero de 2019, con un total de 171.903 habitantes, que supusieron 1.217 más que el ejercicio anterior, que cerró con 170.686 habitantes. Son registros que están muy lejos de las 183.392 almas que estaban empadronadas en los municipios de la comarca de la Safor en el año 2009. Ese ejercicio se registró una cifra de población record en la comarca de la Safor. Era el culmen de los tiempos de llegada masiva de inmigrantes. Desde entonces, empezó a bajar el número de habitantes, un proceso que se ha mantenido hasta ahora.
A diferencia de lo que ocurre a nivel general, en la Comunitat Valenciana, como publicaba Levante-EMV el pasado viernes, la migración no está detrás de este incremento, en tanto que, según los datos que ofrece el portal estadístico de la Generalitat, la población inmigrante volvió a bajar en el mismo periodo, situándose en su cifra más baja en una década.
Suben Gandia y Tavernes
Entre los tres grandes municipios de la comarca, Gandia y Tavernes de la Valldigna experimentan una subida en el número de habitantes, mientras que Oliva pierde población. La capital de la Safor, de hecho, tira del incremento de habitantes y cuenta con 733 empadronados más, pasando de 73.829 a 74.562 habitantes. En este punto, y como referencia, cabe destacar que Gandia llegó a contar con 80.020 ciudadanos empadronados, y superó la barrera de los 75.000 habitantes hace diez años, una cifra que todavía no ha logrado recuperar. Con el último dato oficial, se sitúa a solo quinientos empadronados más para poder ejercer, con pleno derecho, las atribuciones del estatuto de gran ciudad que, entre otras cosas, afecta al funcionamiento del ayuntamiento.
Tavernes de la Valldigna, por su parte, cuenta con 43 vecinos más que hace un año, una cifra que sitúa su población en las 17.201 personas, mientras que Oliva pierde 98 vecinos y se pone con un censo de 25.101 habitantes. Baja también en 47 vecinos la población de Xeraco, que sigue siendo la cuarta en habitantes de la comarca, situándose ahora en 5.655.
En cambio, municipios que aumentan su población son Xeresa, el Real de Gandia, Ròtova, Potries, Bellreguard o Guardamar de la Safor, todos ellos de forma moderada pero que evidencian la tendencia al alza en el conjunto de la comarca.
