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Proyecto

Gandia gana para uso público la gran superficie en la que están los tinglados

El 31 de enero se abre el nuevo acceso para camiones y se libera al Grau del tráfico pesado, lo que permite aprovechar más espacio para uso ciudadano - Diana Morant y Aurelio Martínez anuncian un concurso de ideas para remodelar la zona

El próximo viernes 31 de enero, a mediodía, la Autoridad Portuaria de València (APV) abrirá la entrada al Puerto de Gandia desde el Acceso Sur, inaugurado el pasado mes de abril por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, lo que supone una noticia positiva en varios aspectos.

En primer lugar, porque el puerto gana en prestaciones. Ahora podrán entrar camiones y convoyes que hasta ahora no podían circular por las calles del Grau, como los que llevan las palas de los grandes aerogeneradores que producen electricidad, remolques de grandes dimensiones o vehículos especiales, como los que transportan enormes vigas. Todo ello permite incrementar la relación de mercancías que pueden operar en esta terminal marítima y, así, se amortiza la inversión de todo el Acceso Sur al puerto, que ha costado cerca de 25 millones de euros.

En segundo lugar, y no menos importante, el Grau de Gandia se libera definitivamente del tráfico de unos cien camiones de gran tonelaje que, cada día, circulan por las calles de la Mare de Déu Blanqueta, l'Ermita y Llevant camino de los muelles portuarios.

Y, en tercer lugar, algo que se supo ayer y que, urbanísticamente hablando, es una de las mejores noticias para el Grau en muchos tiempo. La APV y el Ayuntamiento de Gandia van a abrir un proceso de ideas para integrar en la trama urbana, con finalidades de uso público, la enorme explanada situada a ambos lados de la hilera de tinglados, elementos singulares y protegidos que constituyen el emblema histórico del puerto gandiense.

No se trata de un espacio pequeño. Ese lugar, por el que ahora circulan los camiones que desde el 31 de enero entrarán por el sur y que está marcado por los raíles del antiguo ferrocarril que desemboca en los muelles, suma miles de metros cuadrados, y su centro se encuentran los tinglados.

En definitiva, la APV anunció ayer al ayuntamiento que la explanada situada entre el casco urbano y muelle sur, incluyendo el tramo de la lonja y donde amarran las barcas de pesca, se va a destinar «a uso ciudadano y cultural». Fue el propio Aurelio Martínez quien sugirió un concurso de ideas que conduzca a la remodelación de esas singulares naves y a acometer la integración puerto-ciudad de todo el entorno. «Aspiramos a convertir este espacio en una zona permeable para que el puerto, convertido en un lugar amable, quede abierto a los ciudadanos», concluyó la alcaldesa.

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