El río Serpis ha soportado los efectos de la borrasca Gloria, que ha dejado cerca de 600 litros por metro cuadrado en su cuenca media. Esta madrugada el caudal se ha quedado a solo un metro desbordarse en la zona de Marenys de Rafalcaid, en la desembocadura, situada en Gandia. En esa zona muchos residentes en casas aisladas salieron, voluntariamente, por recomendación del ayuntamiento y de las autoridades.

En estos momentos la situación está controlada. El pantano de Beniarrés, que llegó a superar ligeramente su capacidad máxima de 27 hectómetros cúbicos, ha vuelto a niveles muy por debajo gracias al caudal que ha ido aliviando durante la noche. En Gandia, según datos de la propia Confederación Hidrográfica del Júcar, el río ha alcanzado niveles cercanos a los 600 metros cúbicos por segundo, la mayor crecida desde diciembre de 2016.

En Oliva la rambla de la Gallinera también desagua sin desbordarse, igual que ocurre con el río Vaca, entre la Valldigna y Xeraco. Pese a eso, siguen cortados numerosos caminos rurales y vías secundarias, al margen de todos los accesos que cruzan por los badenes fluviales.

En la Safor, la noche ha estado protagonizada por intensas e intermitentes precipitaciones, que han acumulado entre 80 y 100 litros por metro cuadrado, así como por los cortes en el fluido eléctrico en numerosas localidades.