a l principio nos sobresaltaba, pero ya nos hemos ido acostumbrando a la forma caótica

de proceder del equipo de desgobierno de Oliva, que se

caracteriza por descuidar los asuntos y, a última hora y fuera de plazo, intentar salvar los muebles con urgencia, convocatorias de chiste y multitud de comisiones y plenos intempestivos. Además, la situación de caos suele venir acompañada de errores, descuidos y chapuzas.

El patrón se ha repetido tantas veces, que ya es marca de la casa. Sin ir más lejos, el miércoles 22 tuvimos un nuevo ejemplo: un pleno mal convocado, con urgencias y premuras, para tramitar dos asuntos que estaban (¡ambos!) fuera de plazo. Y todo porque la concejala de Hacienda, la enaltecida Vicealcaldesa, se había olvidado durante seis meses de un documento tan «insignificante» como es la Cuenta General de 2018. Y se había dormido en la tramitación de diversas modificaciones presupuestarias que han acabado «caducándole» por falta de previsión y dedicación. 2 de 2.

Pero lo verdaderamente preocupante es que esta falta de responsabilidad y seriedad se ha convertido en el día a día del Ayuntamiento desde que está en manos del actual equipo de desgobierno. Lo vimos con la aprobación del presupuesto de 2019, que entró en vigor el 24 de diciembre... ¡de 2019! Lo trajo Papá Noel y sólo contó con 4 días hábiles de vida, pobrecito.

En lugar de dedicar los esfuerzos al presupuesto de 2020, que hubiese sido lo lógico, sensato y acorde con los tempos marcados por la legislación vigente, asistimos al esperpento de la aprobación más tardía de un presupuesto municipal en Oliva. Lo cual conllevó consecuencias para las asociaciones de nuestra ciudad, que no tuvieron más remedio que esperar al último día del año para firmar los convenios de sus subvenciones. Y aun así, gracias al voto y la presencia (no remunerada) de los miembros de los partidos de la oposición, puesto que varios de los miembros del equipo de desgobierno no asistieron al pleno de su aprobación (pese a sus sueldos de dedicación exclusiva). Y lo mismo puede decirse de las subvenciones de concurrencia competitiva.

También tarde y mal nos ha llegado parte de la documentación que hemos solicitado en los últimos meses. Y que necesitamos para poder informarles a ustedes de las cosas que está haciendo (o no haciendo) el inejecutivo local. Así por ejemplo, no podemos todavía informarles de cuánto han ascendido los gastos en materia de Personal en el Ayuntamiento, porque no nos han facilitado un documento que debería haber formado parte del expediente del presupuesto (hace más de un mes que lo solicitamos). Como tampoco podemos informarles de cuánto ha disminuido la partida de Benestar Social, dado que no nos han proporcionado la documentación. Y la lista podría ser más extensa. Como ven: todo tarde y mal.

Así pues, no es casualidad que el Tribunal Superior de Justicia haya dado un varapalo a la forma de proceder del tándem PSOE-Compromís. La reciente sentencia ha declarado nulos los proyectos de Urbanización y de Reparcelación de la urbanización Canyaes 1. Lo que pone de manifiesto que la dejadez y la falta de rigor de este equipo vienen de lejos. También en las legislaturas 2003-2011 encontramos multitud de ejemplos traumáticos del tarde y mal: además de Canyaes 1 tenemos el célebre de Aigua Blanca IV... y Canyaes 7, Canyaes 8, Canyaes 9, Bomba, sector IV Oliva Nova, Terranova 1, Terranova 2, Terranova 3... el nuevo PGOU... La lista es interminable, y sus consecuencias, más todavía.

Pero volviendo a la legislatura presente. ¿Qué ha hecho esta gente todo este tiempo? ¿Todo se ha tramitado tarde y mal? En honor a la verdad, hemos de reconocer que no todo se ha tramitado tarde y mal. Las subidas de sueldos y de asesores se han tramitado a su debido tiempo, como también las subidas de impuestos (IBI, ICIO, plusvalías...). Concienzudamente se han gestionado los anuncios vacíos y las fotos de escaparate. La asignación de títulos nobiliarios no ha sufrido retraso alguno. Impecables han resultado los repartos de zumos y plantitas en los lugares más insospechados e inapropiados. Y nada que objetar tenemos a la excelente puesta en escena de disfraces, saraos y tonterías varias. Lo que nos preocupa, como a ustedes, es todo lo demás.