Pocas veces las palabras de un alcalde de la Safor, y más todavía si se trata de un municipio no muy grande, han suscitado un debate político tan amplio como el generado por la «reflexión» que hizo Àlex Ruiz, alcalde de Bellreguard, a cuenta de los destrozos causados por la borrasca Gloria en el paseo marítimo de esta localidad.
Lo que Ruiz dijo es que esos daños obligaban a replantearse si es conveniente reconstruir el paseo frente al mar o si sería mejor optar por actuaciones menos duras, entre las que señalaba la disposición de una franja dunar que retenga los embistes de los temporales marinos.
Y, a decir verdad, tampoco es que el alcalde se distinguiera por apuntar una rareza. El mismo día que él habló, el viernes 24 de enero, y también analizando los daños que la borrasca Gloria causó en Mallorca, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya declaró que era preciso pensar cómo se tenía que actuar en la costa frente a temporales que cada vez se presentan más violentos.
Mónica Oltra, vicepresidenta del Consell de la Generalitat, se pronunció en términos similares, y poco después el presidente, Ximo Puig, apuntaba en esa dirección, pero siempre con la cautela de analizar «caso a caso».
El sábado pasado al debate se unió el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, quien dijo que declaraciones como las del alcalde de Bellreguard constituyen «una buena reflexión que hay que aterrizar bien», porque, en su opinión, hay que conjugar los intereses de los vecinos con los de los hosteleros.
España añadió que en esta legislatura la acción de la Generalitat va a estar marcada «por la lucha contra el cambio climático, la adaptación a ese cambio y la minimización del impacto que pueda tener», tanto en la costa como en otros ámbitos. Eso sí, el conseller aclaró que «cada playa es diferente» y que «cada municipio tiene un paseo marítimo de determinadas circunstancias», por lo que «no puede establecer una regla general» a la hora de decidir si vale la pena reconstruir estas infraestructuras tras un temporal.
«Lo que sí podemos hacer, en la línea con lo que nos pide la Unión Europea, es apostar por una combinación de infraestructuras de toda la vida y por otras que permitan un desagüe mejor», de manera, concluyó el conseller, que no se tengan que reparar cada vez que se produzca un temporal.
El último en sumarse, también saliendo en defensa de Àlex Ruiz, ha sido Hugo Morán Fernández, que desde el pasado junio es secretario de Estado de Medio Ambiente, quien dijo que el desarrollo de propuestas para adaptarse al cambio climático que está en marcha «demanda reflexiones locales ejemplares, como la del alcalde de Bellreguard».
Repercusión a nivel local
En el ámbito estrictamente local, Compromís ha respondido, a través de un comunicado, al desmarque planteado por su socio del Gobierno en el Ayuntamiento de Bellreguard, el PSPV-PSOE, que el viernes expresó su deseo de que se reconstruya el paseo marítimo.
Frente a quienes temen que ahora no se haga nada en la playa, Compromís aclara que es «evidente» que, a corto plazo, no existe otra posibilidad que limpiar y reparar los desperfectos para que la playa pueda volver a ser disfrutada la próxima temporada estival, algo que, como añade, se está haciendo desde el primer momento.
Pero, sin eludir esa acción, añade que es necesario «el debate y la reflexión de cuál es el modelo de playa que queremos dejar para futuras generaciones y, a medio y largo plazo, trabajar para disponer de una playa sostenible».
El comunicado de Compromís aboga por aprovechar este temporal para determinar «si seguimos o no con el depredador modelo urbanístico que hemos alimentado durante décadas y que ha destruido nuestro territorio en aras de un turismo masificado y temporal y de un desarrollo económico de ladrillo y hormigón».
