a ctualmente vivimos en una sociedad expuesta al continuo cambio, donde los acontecimientos deben gestionarse a la velocidad del sonido, pues disponemos ya de herramientas que nos permiten hacerlo, y si no lo hacemos nosotros serán otros los que, apoyados en las tecnologías del blockchain, el big data, la industria 4.0, las metodologías ágiles, el lean manufacturing, la programación neurolingüística, el mindfulness? y cientos de términos de difícil comprensión, los que tomen las riendas del asunto y sean capaces de encontrar una solución rápida, y aparentemente eficaz a la vista de observadores externos.
Ahora bien, ¿somos capaces de afirmar que las decisiones que tomamos de forma tan rápida, apoyadas por estas herramientas de gestión, son siempre las más adecuadas? Rotundamente no.
La aviación es un sector donde se trabaja en un entorno de «incertidumbre constante». En ella, el factor humano es considerado como el más importante para gestionar cualquier situación de contingencia. Recientemente hemos visto cómo un avión de la compañía Air Canada con daños importantes tras despegar de Barajas (un motor inoperativo y tren de aterrizaje con rueda defectuosa), ha permanecido más de cinco horas en el aire antes de proceder a realizar un aterrizaje de emergencia. Cinco horas donde la tripulación, los servicios ATM del aeropuerto, el Ejército del Aire, la misma compañía aérea y los servicios de emergencias han tenido que coordinarse a la perfección para llevar a cabo una acción que técnicamente sólo necesita unos pocos minutos, como es el realizar un aterrizaje de emergencia. Es evidente que el factor humano ha sido, en este caso, el motivo del éxito.
En política, y de forma más acentuada en los partidos considerados de centro, se pone también de manifiesto el hecho de tener que gestionar permanentemente situaciones de incertidumbre. Un partido de centro como Ciudadanos (Cs) no debe perder nunca la esencia que quedó plasmada en sus principios fundacionales: Centro-Liberal-Progresista. La gestión correcta de las situaciones diarias, el posicionamiento, el estudio y análisis para apoyar propuestas concretas socialdemócratas y/o conservadoras, deben ser el pan nuestro de cada día en este escenario de incentrodumbre.
No debiera este tren descarrilar, repleto de gente con ilusión y ganas de aportar ideas con mucho sacrificio personal. Tenemos los vagones medio vacíos. Muchos compañeros se han ido bajando en diferentes estaciones. Pero quedamos los que tenemos ilusión, ganas de trabajar, ganas de aportar, ganas de sacrificio, sin otra recompensa que quedar en paz con uno mismo por intentar cumplir un deber con la sociedad. Intentemos entre todos, que aquellos que se apearon en las distintas estaciones, se vuelvan a ilusionar, por eso queremos que la letra de la canción que tiene que volver a impulsar al proyecto e ilusionar, la escriban todos y pensando en todos.
Cada uno debemos aportar lo que buenamente esté en nuestras manos para esta «vuelta al centro». Unos tendremos la experiencia de más de 20 años trabajando en empresas privadas y gestionando organizaciones propias, otros el conocimiento y la experiencia en las instituciones, y algunos otros tan sólo la ilusión y las ganas de aportar. No importa. Entre todos gestionaremos de la mejor manera posible esa «incentrodumbre» con las dos únicas armas que disponemos: nuestros principios fundacionales de centro-libertad-progreso (escenario) y nuestra gente (factor humano). Apostemos por ello y centrémonos.
Por todo ello, convocamos a los mililitantes y simpatizantes a un encuentro abierto que tendrá lugar mañana sábado a las 18 horas en los salones de Fomento de Gandia, en la calle de Sant Francesc de Borja, 56.
