En cuestión de un mes quienes circulen en patinete eléctrico por Gandia deberán saber que están haciendo uso de un vehículo y que deben seguir las instrucciones marcadas por la Dirección General de Tráfico y por el Ayuntamiento de la ciudad.
Nada de circular por las aceras, por muy anchas que sean. Nada de ir en contradirección. Nada de ocupar paseos. No podrán cruzar por los pasos de cebra y, en calles peatonales, solo cuando no estén concurridas, la velocidad máxima será de 6 kilómetros por hora, muy por debajo de la que ahora mismo se aprecia por parte de la mayoría de los usuarios. Además, se recomienda usar casco protector, que será obligatorio para los patinetes que instalen empresas de alquiler.
Todo ello figura en la Ordenanza de Tráfico y Movilidad aprobada el martes. Los patinetes, como las bicicletas, tendrán que usar los carriles bici y las calzadas compartidas, junto al resto de vehículos, y nunca superar los 20 kilómetros por hora. Y, como hasta ahora, en cada patinete solo podrá montarse una persona.
Una de las grandes novedades es que el Ayuntamiento de Gandia obligará a un mínimo conocimiento de las normas para los usuarios de estos vehículos. De manera que nadie pueda alegar ignorancia en el caso de que sea sancionado. Así, quienes no dispongan de carné o licencia de conducción deberán realizar un curso de formación que la Policía Local de Gandia convocará de forma periódica.
En Gandia, como en toda Europa, se ha constatado, a base de registrar accidentes, que la anarquía sobre el uso de los patinetes estaba presentando problemas graves en la seguridad vial. En esta misma ciudad no resulta difícil ver a conductores que se saltan semáforos en rojo sin contemplaciones o que circulan, incluso por la calzada para vehículos, en dirección contraria, con el evidente riesgo de colisión.
La nueva Ordenanza de Tráfico y Movilidad de Gandia, que ahora se publicará en los boletines oficiales y en un mes será de obligado cumplimiento, también regula las zonas y horarios de carga y descarga, y adopta medidas para «calmar y agilizar el tráfico», como explicaron ayer el concejal responsable del área, Nacho Arnau, y el oficial de la Policía Local, experto en movilidad, Marcos Miñana.
La ordenanza, que incorpora la mayoría de las alegaciones que presentaron el PP, empresas de patinetes eléctricos y la que gestiona la Zona Azul de Gandia, contó con el voto en contra del PP porque, según señaló este partido, no se le dio tiempo a estudiarla debidamente y porque tampoco comparten algunos aspectos de la nueva normativa, según explicaron Víctor Soler y Vicent Gregori.
