Lleva usted ocho meses en tareas de gestión pública. ¿Como ha sido esta experiencia de aterrizaje en la política?
Muy enriquecedora en lo personal y muy intensa desde el punto de vista político. Reconozco que, desde este ámbito, estoy contento por poder servir a mi ciudad y a las personas que la integran.
En el 'Pacte del Serpis' hay dos grupos políticos. Uno de once concejales, que es el PSPV-PSOE, y otro de cuatro, que es Compromís Més Gandia-Unida. ¿Esa diferencia de fuerzas afecta en el día a día del Gobierno de Gandia?
No. Este es un gobierno único, compuesto por quince concejales, cada uno con su área de competencia. Y actuamos así, gestionando de forma autónoma pero por consenso en el equipo.
¿Ha habido diferencias importantes entre los dos socios del Gobierno en estos primeros meses de legislatura?
A nivel de actuación política vamos todos a una, en la misma dirección de aprovechar los recursos y de hacer esta ciudad cada vez más amable, intentando que nadie sufra, generando ocupación.
Vicealcalde y concejal de Urbanismo. ¿Por qué eligió gestionar un área tan importante para Gandia?
Es un área estratégica precisamente para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Y también un área estratégica para avanzar hacia esa ciudad compacta, para seguir construyendo esta ciudad al servicio de las personas. También para dar la imagen de que, como es uno de nuestros objetivos prioritarios, reivindicar que el bien común es posible. Además, tradicionalmente mi grupo político ha gestionado el área de Territorio de Gandia y creo que el actual concepto de ciudad responde al trabajo de todos esos compañeros.
En urbanismo existe el debate entre ensanchar los cascos urbanos, comer territorio, y de rehabilitar espacios dentro de la ciudad. ¿Cuál es su modelo?
Sin duda, rehabilitar. Es una decisión muy clara, porque debemos gestionar los escasos recursos de nuestro planeta. Y cada uno en nuestra área de influencia todos debemos reducir los efectos del cambio climático y apostar por la sostenibilidad. En urbanismo eso significa rehabilitar, primar la arquitectura de aprovechar lo que ya tenemos. Llenar la ciudad y no despoblarla. Y, además, esas políticas están en la línea de nuestra propuesta de gestión del territorio de manera respetuosa, en la que las personas somos importantes porque respetamos la naturaleza.
Marxuquera, Espacio de Ocio de la playa, Sanxo Llop, Foies... ¿Usted cree que se podrán acabar esas urbanizaciones de Gandia que quedaron estancadas en tiempos de la crisis?
Ese es el reto y estamos decididos a que así sea. Gestionando los recursos del área de Urbanismo de la forma más eficaz posible para que eso sea una realidad en esta legislatura. Tanto las urbanizaciones que ha señalado como el polígono de Sanxo Llop, que es estratégicamente muy importante para la ciudad porque está llamado a generar ocupación y contribuya al bienestar social.
Sobre la peatonalización de Gandia. Usted es partidario de más espacios sin coche o dejarlo como está.
Uno de los encantos de Gandia son esas amplias zonas de calles para peatones. Hemos conseguido que nuestro Centre Històric sea un referente porque combina vecindario, comercio y administración en un entorno muy amable, muy agradable, tanto para quienes vivimos como para quienes nos visitan. En ese sentido, la ampliación de zonas peatonales es un objetivo claro de este gobierno, y no solo en el Centre Històric, sino también en otras zonas, porque para nosotros todos los vecinos de Gandia son igual de importantes.
Por concretar, ¿usted haría peatonal la calle de les Carmelites para que no pasen coches?
Acabará siendo peatonal, pero el momento oportuno se tiene que decidir entre todas y todos, porque esas cuestiones, cuando son asumidas por la ciudadanía y los agentes económicos salen mucho mejor. El objetivo está claro, ahora acabamos de iniciar el proceso participativo, pero más pronto que tarde la ampliación de zonas peatonales es imprescindible para conseguir una ciudad más amable.
El alcalde de Bellreguard abrió el debate sobre infraestructuras en primera línea de mar. ¿Cuál cree usted que es la lección que debemos aprender del reciente temporal Gloria?
Fundamentalmente el respeto a la naturaleza. El desarrollismo urbanístico de los años 60 y 70 del siglo pasado ha sido nefasto para la gestión del territorio y ahora pagamos las consecuencias. Por eso lo que hay que hacer ahora es legislar con respeto al territorio, y esas competencias corresponden al Gobierno central. Lamentablemente nos queda legislación que no se ha adaptado a estos nuevos tiempos y por eso estoy del todo de acuerdo con el debate que ha abierto el alcalde de Bellreguard.
Como concejal de Urbanismo, ¿teme usted consecuencias negativas en Gandia del proyecto del Tren de la Costa? Y, en segundo lugar, ¿cree que finalmente vamos a ver esa actuación?
No, ningún miedo. Esas alarmas sobre el traslado de la estación no se van a materializar. Políticamente es imposible ir contra la sostenibilidad y los intereses de las personas. Es una infraestructura que tiene que favorecer la sostenibilidad y la movilidad sostenible y por eso no se puede desplazar una estación de ferrocarril que está en el centro de la ciudad. Respecto a la segunda cuestión, lamentablemente los valencianos nos hemos acostumbrado a una infrafinanciación y a una discriminación en la ejecución de infraestructuras. El Tren de la Costa, el tren Gandia-Dénia, es un buen ejemplo de ello. Y por eso me permitirá que, lamentablemente, sea escéptico.
¿Qué sintió usted cuando el funcionario José Santatecla abandonó el departamento de Urbanismo por un conflicto con el Ayuntamiento de Gandia?
Siempre he hablado con Pepe Santatecla y creo que, desde donde quiera estar, debemos tener en cuenta su capacidad. Seguimos contando con él.
