Vuelta al punto de partida. La Sociedad Protectora de Animales y Medio Ambiente de la Safor, es decir, Spama, es, otra vez, la única que opta a llevarse el contrato para la gestión de la recogida de animales de la vía pública de Gandia. La entidad es la única que ha aceptado la propuesta del ayuntamiento en el procedimiento negociado sin publicidad que puso en marcha hace unas semanas para, por fin, acabar con el culebrón que está suponiendo la adjudicación de este servicio.
La sociedad, de hecho, ya estuvo en ese mismo punto hace unos meses. Cuando el ayuntamiento abrió un concurso reservado solo a protectoras, fue la única que se presentó, resultó adjudicataria, pero finalmente quedó fuera por no poder acreditar su solvencia económica. En un segundo intento, ni siquiera se presentó, quedando desierto, por lo que se espera que, como dice el dicho, a la tercera vaya la vencida.
Los técnicos tendrán que evaluar ahora la documentación presentada por la entidad, que se ha quedado sola después de que cinco de las seis entidades que fueron invitadas por el ayuntamiento renunciaran a seguir adelante con el proceso.
El Ayuntamiento de Gandia cursó invitación a Vedama, sociedad protectora de animales de Oliva, la otra de la comarca de la Safor que podía haberse hecho cargo del servicio, la Sociedad Protectora de Animales de Xàtiva (Spax) y las de Pego, Sueca y Alzira.
Ahora se abrirá un proceso de negociación entre los técnicos y la propia entidad, donde deberá perfilarse la manera en la que se ejecutará el contrato para la gestión de recogida de animales. Spama tendrá que hacer frente a una fianza de 4.500 euros, una cantidad que desde el ayuntamiento consideran que es asumible para una asociación que busca gestionar un contrato de unos 120.000 euros al año.
Si todo finalmente llega a buen puerto, Spama podría estar gestionando el servicio antes del próximo verano. En caso de que, como ocurrió la vez anterior, finalmente se produce una renuncia, el ayuntamiento ya ha anunciado que tendrá que abrir otro concurso, que, en este caso, incluiría también a empresas, algo de lo que se pretendía huir cuando se puso en marcha el modelo de contrato reservado, al que solo podían concurrir las protectoras.
En el momento en que la organización gandiense firme el contrato se pondrá punto y final a más de dos años de idas y venidas con el contrato de animales.
En la pasada legislatura, el Gobierno adjudicó el contrato a una empresa, El Corralet, tras abrir un concurso al que no se presetó Spama al considerar que era imposible cumplir las condiciones que estipulaban los pliegos.
Esta misma entidad denunció de manera constante esta cuestión, con la organización de varias concentraciones y duras críticas contra el entonces concejal encargado de esta cuestión Xavi Ròdenas. A día de hoy, y mientras no se resuelva de forma definitiva el procedimiento, El Corralet sigue gestionando el servicio mediante contratos menores, ya que la ley obliga a que una empresa se haga cargo de este tipo de trabajos y no el ayuntamiento de forma directa.
El foco de la polémica siempre ha sido el sacrificio de animales. El ayuntamiento y la empresa siempre han defendido que no eutanasiaban a animales sanos, mientras que Spama y otras protectoras aseguraban que sí.
