Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un vallero en la élite de la docencia

Durante este curso, Bernardo Jareño y su equipo han ambinetado el colegio como el castillo de Harry Potter - El joven da charlas en otros centros

Un vallero en la élite de la docencia

Ensu obra La letra con sangre entra, Francisco de Goya criticaba el estado de la educación en el siglo XVIII. El lienzo muestra un profesor azontado a un alumno mientras otros se quejan porque ya han sufrido el mismo castigo. El autor refleja esa frontera que antaño existía entre el profesor y el alumno, donde el primero se ganaba al respeto a base de gritos, golpes y castigos.

Por suerte, de aquello hace tres siglos y en ese tiempo la educación ha cambiado muchísimo, lógicamente para mejor. Sin embargo, cada vez hay más voces que creen que aún se puede dar un paso más alla. Si antes la letra entraba con sangre, ahora puede entrar haciendo lo que mejor saben hacer los niñas y las niñas, que no es otra cosa que jugar.

Cada vez son más las iniciativas de gamificación, el aprendizaje divertido, que las instituciones educativas reconocen, y cada vez son más los centros que imponen métodos de innovación basados en la enseñanza de las materias a través de juegos que permiten al alumnado adquirir, además de las materias, otros valores como el trabajo en equipo, la asertividad, la colaboración, la concentración. Todo ello en un entorno dinámico y motivador que hace que los estudiantes afronten las asignaturas de otro modo. Porque no es lo mismo aprender a base de tener que estudiar libros con varios centenares de páginas y escuchando la lección del profesor en clase que hacerlo a través de los juegos y perosnajes que más gustan.

Y es en esa rama donde se está convirtiendo en todo un experto Bernardo Jareño. Vecino de Tavernes, de 34 años y triatleta, es, desde hace unos años, director del colegio Alberto Sols, de Sax, en Alicante. En los últimos cursos lo ha convertido en un centro en el que los niños y las niñas aprenden divirtiéndose.

Cada curso, el centro, a través de la fantasía y el enorme trabajo de un claustro de profesores rendido a la causa, se convierte en un espacio diferente. Actualmente es, ni más ni menos, que Hogwarts, el castillo donde Harry Potter aprendió a utilizar la magia y vivió innumerables aventuras. Las mismas que están experimientando los alumnos y las alumnas. ¿Y qué consigue este método que no logre el sistema tradicional? Con los dos aprenden, claro está, pero en el segundo lo hacen más motivados.

«Es un trabajo transversal, donde se implica todo el profesorado. Es los pocos colegios donde se aplica la metodología desde los tres años hasta sexto de primaria», explica el propio Jareño a Levante-EMV. En el proyecto de este año, los alumnos se organizan por equipos. Durante una hora, tienen que completar misiones. En el ejercicio «están todo el rato repasando materias lectivas», explica el director. El fin del ejercicio es encontrar un código y cuando lo consiguen reciben una insignia. Necesitan diez para vencer a Voldemort. Durante la prueba hay preguntas de lengua, matemáticas, inglés o cualquier otra asignatura.

Para que dé buen resultado, todo debe estar acorde. Por ello, hasta la música de la sirena pertenece a la saga de Harry Potter. «El primer día de curso los profesores recibimos a los niños y las niñas ataviados como los de la película». De ese modo, no es de extrañar que quedaran prendados desde el primer instante.

Jareño explica que empezó haciéndolo en su clase hace unos cursos y que el resultado fue tan bueno que pronto se extendió al resto del colegio. La iniciativa gusta y cada vez cuenta con más participación, incluso de los padres y las madres, que visitan regularmente el centro para conocer el funcionamiento. «Cuando lo ven no se lo pueden creen porque normalmente este tipo de cosas se hace en una aula pero es raro verlo en todo el colegio».

Esta metodología ha situado a Jareño, que es quien coordina el proyecto, en la élite de la docencia en España. No en vano, ha sido nominado en dos ocasiones al premio Educa a mejor docente del país. En 2018 fue galardonado con el premio Acción Magistral por un proyecto en el que, con niños de 8 o 9 años, creó una plataforma de realidad virtual con el municipio de Sax. En 2019 recibió el premio Escola Pública, que era un reconocimiento a todo lo que está consiguiendo.

Por todo ello el joven vallero incluso visita otros centros de la Comunitat Valenciana para explicar cómo se trabaja en su colegio estas cuestiones. Hace unos días daba una charla en el centro Divina Aurora de Tavernes de la Valldigna, municipio del que es natural. Otros colegios también visitan el Alberto Sols del Sax para conocer de primera mano el trabajo que realiza el profesorado.

Lo importante es que cada año cambia la temática porque, de ese modo, el alumnado llega expectante ante lo que le puede deparar de cara al nuevo curso. Jareño reconoce que es más trabajo pero tiene la suerte de contar con un equipo muy motivado y con ganas de seguir colaborando y aplicando este método de innovación educativa que tanto gusta a los alumnos y alumnas del centro que dirige.

En la comarca de la Safor también hay ejemplos de innovación educativa, como el del colegio Santa Anna de Oliva, que centró toda la docencia del alumnado en torno al aprendizaje del ajedrez.

Compartir el artículo

stats