c on motivo del Día Internacional de la Mujer, era esencial dar visibilidad a las mujeres víctimas de malos tratos. Por ello, os comento un trabajo de investigación llevado a cabo en mi último año de carrera de enfermería.

La violencia de género es considerada una lacra social cuyas bases se asientan desde nuestros ancestros, reflejando así la asimetría de poder entre hombre y mujeres. Si bien es de reconocer que en los últimos años se han producido grandes avances en la lucha contra este problema de grandes dimensiones, aún queda mucho por hacer y, entre ello, derribar el muro de estereotipos y visibilizar a la mujer gestante como ente vulnerable.

Las gestantes constituyen un colectivo que se encuentra en un momento de máxima fragilidad y dependencia, siendo necesario tomar conciencia de la violencia de género que se produce durante y alrededor del embarazo, por las consecuencias maternofetales. De tal modo, se permitirá articular soluciones orientadas específicamente a disminuir la violencia en este sector tan definido e invisibilizado.

A través del análisis descriptivo realizado se pretende evaluar la situación actual de la asistencia y prevención de violencia de género en periodo reproductivo, mediante el análisis de publicaciones y protocolos activos existentes durante la etapa de la gestación, parto y puerperio en diferentes bases de datos científicas, instituciones y páginas web diversas. Es de interés social y científico para poder evitar graves consecuencias tanto para la madre como para el hijo/a, tal y como ya se ha comentado.

Sorprendentemente no se hallaron protocolos activos de violencia de género en la etapa reproductiva. Sólo se han encontrado protocolos generales de actuación en caso de violencia de género. La información referida a la gestante o puérpera es muy escasa y tan sólo en cinco comunidades autónomas se habla de la materia, quedando la Comunidad Valenciana excluida dentro de éstas últimas.

En la Comunitat Valenciana disponemos de un tesoro poco explotado. Me refiero a la herramienta llamada SIVIO (Sistema de información para la detección y actuación frente la violencia de género/doméstica), que permite una pronta detección.

A raíz de los escasos hallazgos, se plantean algunas preguntas: ¿Por qué no hay información al respecto? Porque no está distinguido en la sociedad, siquiera visible, motivo por el cual era previsible no encontrar la información deseada.

¿Por qué el famoso convenio de Estambul ratificado en España en el año 2014 sigue sin aplicarse? Como sabrán, en el año 2011 los estados europeos declararon la violencia contra la mujer como una violación de los derechos humanos, hito histórico al que España se compromete con el fin de detectar, prevenir y eliminar la violencia de género. El convenio, obliga a cambiar las leyes de todo aquel país que firmase el acuerdo para introducir al fin medidas efectivas y destinar los recursos necesarios en materia de género. Quizá en este interrogante los intereses políticos prevalezcan.

¿Qué podemos hacer al respecto? Como sanitaria, me veo obligada a articular soluciones. Tras darle muchas vueltas no se requiere ser profesional sanitario para hacer grandes aportaciones. Por lo tanto, este controvertido tema lo sustentaría en 3 pilares, de los cuales toda la población puede formar parte. Prevención como herramienta principal ¿Cómo? Empoderando a la mujer a través de los recursos que disponemos. No olvidar la visibilización y la temprana advertencia de la población general ni silenciar aquellas situaciones que den paso a malos tratos.

Por último, y no menos importante, hemos de confiar en la capacidad de registro y actuación de cualquier profesional sanitario para hacer constar las incidencias y así contabilizar los numerosos casos de violencia y malos tratos recibidos durante el periodo reproductivo.

Para concluir, quisiera despertar el interés de toda persona lectora y hacer un llamamiento a la concienciación social y valentía de aquellas víctimas que sufran malos tratos bien sea física, psíquica o sexual. Estamos de acuerdo con que la legislación ha de cambiar en diversos aspectos y perfeccionarse, pues avanzamos a pasos de gigante y hemos de confiar en las herramientas que se ofrecen, que no son pocas.