El Gobierno de Gandia ha alcanzado un acuerdo con la constructora del retén de la Policía Local para liquidar el contrato y reparar los desperfectos que surgieron en la obra, especialmente en los calabozos, que incluso provocaron la fuga de un preso, en mayo de 2018, o daños en unas paredes hechas de pladur por los golpes de otro detenido, en 2007. Desde entonces los arrestados por los agentes se trasladan a las dependencias de la Policía Nacional.

Tras un largo litigio, la Junta de Gobierno Local acordó la liquidación final del contrato entre el Consistorio y Dragados, empresa adjudicataria de la reforma del antiguo edificio de la Citroën para convertirlo en retén, un proyecto del PP. El ayuntamiento deberá pagar a la mercantil 244.171 euros por las obras complementarias realizadas, intereses de demora y por sobrecostes de mantenimiento de avales. Sin embargo, se descuentan 27.227 euros para reparar los desperfectos detectados dentro del periodo de garantía. Así, la cantidad final que recibirá la empresa será de 216.944 euros.

La obra finalizó el 21 de abril de 2015. La mercantil realizó un modificado en marzo de 2015, por valor de 181.331 euros más IVA. El nuevo Gobierno local se negó a satisfacer este modificado al no constar ningún contrato. Es por esta razón que la empresa adjudicataria interpuso dos recursos contencioso-administrativos al considerar que sí estaba realizada y tenía unos derechos adquiridos.

De forma paralela, surgieron problemas derivados de su construcción, como filtraciones de agua, deficiencias de acabado o celdas fabricadas con un material poco apropiado para este uso, todo ello cubierto por la garantía.