«Podemos salir de esta situación si todos somos una piña». Palabras graves y gestos serios entre los portavoces del Gobierno local de Gandia a la hora de anunciar, a mediodía de ayer, las drásticas medidas, nunca vistas antes, para afrontar la pandemia del coronavirus y contribuir a reducir la transmisión.

Entre lo más llamativo, y pese a que puede quedar al final en una anécdota, el ayuntamiento no iniciará la temporada turística en sus playas y pone a disposición de las autoridades sanitarias todo el personal y el material de la Cruz Roja para contribuir a frenar la crisis del Covid-19.

José Manuel Prieto, Josep Alandete y Liduvina Gil informaron de las medidas adoptadas, similares a las del resto de municipios, bajo la consigna clara de «no salir de casa» si no es necesario. Cuanto haya que hacerlo, guardar siempre las normas de distanciamiento a otras personas, de manera que así se evitaría la infección y se contribuirá al objetivo fundamental, que es el colapso del sistema de asistencia sanitaria.

Respecto a los ciudadanos que en los últimos días han llegado de Madrid, el Gobierno local señaló que deben saber que ahora «no pueden estar de vacaciones» y que, como el resto de ciudadanos, la recomendación, por no decir la exigencia y la responsabilidad, es quedarse en casa.

Más allá de la suspensión de todas las actividades y la clausura de todos los espacios públicos municipales, excepto edificios administrativos indispensables, se recomienda el uso de la telemática para realizar cualquier tipo de gestión.

«Los servicios esenciales están garantizados, pero necesitamos que la ciudadanía sepa que los cierres se hacen para mantener la disciplina y la contención, que la gente haga caso de las instrucciones de las administraciones.

Ayer, adelantándose a algunas de estas medidas, algunos locales comerciales, hosteleros y bares cerraron sus puertas, especialmente por la tarde, al detectar una reducción de clientela y también para proteger a los trabajadores de posibles contagios. Este hecho coincidió con la difusión de la noticia, adelantada la noche anterior por Levante-EMV, del primer positivo por coronavirus en la Safor.

En los otros municipios de la Safor la situación es idéntica. Cada alcalde o ayuntamiento ha seguido las recomendaciones u obligaciones de Sanidad para informar de las restricciones de todo tipo que se han decretado para detener la pandemia.

Por otra parte, y a la vista de la situación creada, la directiva de la Junta Mayor de Hermandades de la Semana Santa de Gandia, junto con los Hermanos Mayores, aplazó ayer la presentación de la revista Passio, que iba a celebrarse en el Palau Ducal, así como la tamborrada para el 21 de marzo prevista en las calles de la ciudad.

Aunque nadie lo quiere dar por hecho, tanto en esta Junta Mayor de Hermandades como en las de otras localidades se teme que el alcance de esta pandemia acabe por impedir la celebración de los actos de la próxima Semana Santa, que en caso de Gandia se centraban entre el 3 y el 12 de abril.

Si eso acaba finalmente ocurriendo, la situación será de lo más insólita, dado que, por segundo año consecutivo, Gandia se quedaría sin una de sus fiestas más importantes. En 2019 fue la lluvia el elemento que impidió llevar a cabo la gran mayoría del programa.

También el Club d'Atletisme Safor Teika, organizador de la Cursa de la Dona Vicky Foods, ha decidido aplazar esta carrera, que se iba a celebrar el próximo domingo, 29 de marzo, en Gandia. La medida se toma siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias para frenar la expansión del coronavirus.