El alcalde de Xeraco, Avelino Mascarell, no se ha andado con bromas a la hora de impedir que los turistas lleguen a su playa en plena crisis del coronavirus y mientras sigue en vigor el estado de alarma que prohíbe salir de casa excepto por causas justificadas.

El consistorio situó anoche piedras, montones de tierra y vallas para cerrar los caminos, dejando expedito únicamente el acceso principal, que va a ser controlado por la Policía Local y la Guardia Civil. Quienes lleguen allí serán preguntados por el motivo del desplazamiento y, si no está justificado, multado y obligados a volver atrás.