La Asociación de Párkinson de Gandia-la Safor ha hecho una llamada solicitando ayuda para poder disponer de un local más grande que el actual, situado en la calle de Gregori Mayans de Gandia, así como de un vehículo adaptado que permita el traslado de afectados desde el resto de municipios de la comarca porque, de lo contrario, muchos no tienen acceso a las actividades terapéuticas y sociales que organiza.

Con motivo del Día Mundial del Párkinson, celebrado la semana pasada, la presidenta de dicha asociación, Mari Carmen Escrivà, ha señalado que el número de participantes en las actividades de clases colectivas, terapias individuales e simplemente para socializar, se ha multiplicado. «Ello ha llevado a que los espacios que en un principio nos parecían apropiados ahora nos resultan escasos». En estos momentos ya son más de medio centenar las personas que quieren acudir a terapias, y la asociación cuenta con un equipo de atención formado por cinco terapeutas, una técnico en actividades socioculturales, un técnico de comunicación, dos administrativas y una limpiadora.

La nueva sede de la calle Gregori Maians de Gandia se inauguró no hace mucho, en octubre de 2016, pero en poco más de tres años se ha quedado pequeña, ya que debido al incremento de personas que quieren información o asociarse no hay lugar para un despacho en el que cada terapeuta pueda desarrollar sus valoraciones, y muchas veces se solapan, señala la entidad. Además, no se pueden desarrollar dos terapias grupales al mismo tiempo porque sólo hay un gimnasio que tiene un límite de capacidad de 25 personas.

Respecto al transporte, Escrivà recalca que, al ser una asociación de carácter comarcal, da cobertura a todas aquellas personas afectadas que residen en cualquiera de las poblaciones de la Safor, e incluso de comarcas vecinas. «Muchas de estas personas ven imposible desplazarse hasta la sede de Gandia para poder recibir rehabilitación», indica, y añade que para poder asistir «deben buscarse ellas mismas los medios, bien mediante familiares o requiriendo los servicios de un taxi, con el consiguiente coste añadido».

Diagnósticos más precoces

En opinión de la responsable de esta entidad, «por ese motivo una de nuestras principales reivindicaciones como asociación es poder conseguir un vehículo adaptado para poder llegar a todas esas personas y poderles prestar esta atención tan necesaria».

La Asociación Párkinson Gandia-la Safor también ha valorado los avances en la investigación y el tratamiento de esta enfermedad, pero reclama diagnósticos más precoces y esperas más cortas para las pruebas y, en caso de dar positivo, la correspondiente medicación.

«Además de impartir terapias, cumplimos un papel fundamental, ya que ofrecemos orientación, asesoramiento, formación e información, velando por sus intereses y dando apoyo emocional», concluye Mari Carmen Escrivà, que ha hecho un llamamiento «a todas esas personas con diagnóstico de párkinson que viven en nuestra comarca a unirse a nosotros porque esta es su casa y su causa. Todos nos necesitamos y ahora más que nunca tenemos que unirnos para subsistir y seguir recibiendo tratamiento y apoyo.