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Gandia se da cinco años para reducir el ruido que sufre el 25% de la población

El ayuntamiento aprueba el plan acústico que apunta al tráfico, el ocio y las obras como foco de la contaminación - Patrullas especializadas vigilarán que se cumplan los niveles máximos permitidos

Gandia se da cinco años para reducir el ruido que sufre el 25% de la población

El tráfico rodado, las actitudes incívicas de quienes acuden a locales de ocio nocturno, la actividad de las terrazas en la hostelería y la maquinaria que se usa en obras figuran como los principales factores del exceso de ruido que se produce en la ciudad de Gandia. Tanto que, según un informe conocido ahora, hasta el 25% de la población sufre este problema durante el día.

Ese elevado porcentaje sometido a la tortura del exceso acústico se debe, sobre todo, a la gran cantidad de personas que residen en viales con alta densidad de tráfico, entre las que están todas las grandes avenidas, algunas de las cuales fueron carreteras hasta hace unos años, pero también calles como la del 9 d'Octubre, Rafelcofer, Goleta o de la Pau.

Para reducir esos niveles sonoros el Ayuntamiento de Gandia aprobó este miércoles el Plan Acústico Municipal, que contempla numerosas acciones a realizar para devolver la tranquilidad perdida por quienes residen en esas zonas. El consistorio se ha dado cinco años para poner en práctica todas las medidas.

El concejal de Urbanismo y vicealcalde de la ciudad, Josep Alandete, señaló ayer a este periódico que esta es una actuación prioritaria para el ayuntamiento y que son cinco las líneas estratégicas sobre las que se actuará.

Además de las campañas de concienciación y sensibilización sobre el problema de la contaminación acústica, el ayuntamiento contempla crear una unidad de agentes «verdes» o de la Policía Local especializada en la materia, de manera que se podrá actuar contra los infractores con mayor eficacia y contundencia.

A partir de ahora se estudiará cómo limitar el tráfico de camiones por la ciudad y se potenciará el uso de las bicicletas y otros vehículos silenciosos, como los eléctricos, pero este plan anuncia también más controles sobre vehículos que incumplen las normas de emisión sonora, entre las que figuran las motocicletas y ciclomotores. Esa acción también se llevará a cabo sobre maquinaria de obras que se usa en la vía pública, que tan habitualmente molesta a los vecinos sin siquiera haberles advertido antes. De la misma manera, se estudiará la regulación de las sirenas de vehículos de emergencia, otra fuente de ruido que muy habitualmente atraviesa la ciudad.

Gandia ya exige un estudio previo para autorizar eventos ruidosos y persigue, especialmente en verano, a quienes generan molestias a los vecinos, dos aspectos que ahora se reforzarán para hacer cumplir los niveles máximos permitidos.

«Un instrumento fundamental»

El concejal Alandete indicó ayer que este Plan Acústico Municipal aprobado supone «un instrumento fundamental para la mejora de la calidad de vida de los vecinos, y va en la dirección de conseguir una ciudad más saludable». El edil considera que, con esta actuación, lo que pretende el Gobierno local es «compaginar el ocio y el descanso mediante el fomento de la responsabilidad ciudadana», así como «reducir las molestias que genera el tráfico rodado con una apuesta decidida por los desplazamientos en bicicleta o a pie y conseguir que cada vecino, viva donde vida, pueda disfrutar de una ciudad amable y con las mejores condiciones de habitabilidad».

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