Casi 10.000 trabajadores y trabajadoras de la comarca de la Safor se han visto afectados por un ERTE desde que se inició el estado de alarma por parte del Gobierno. Este es el mecanismo del que han echado mano muchas empresas para no tener que cerrar y despedir debido al parón económico provocado por la crisis sanitaria.

En concreto, según los datos a los que ha tenido acceso Levante-EMV, la cifra de personas inmersas en un proceso de regulación temporal de empleo son 9.777. La estadística revela que ningún municipio se salva y en todos ellos hay tanto empleados afectados por alguna de las modalidades que contempla este tipo de expediente (suspensión de contrato o reducción de jornada), como empresas que se han echado mano a este recurso.

Según las medidas aprobadas por el Gobierno, aquellas personas que se hayan visto forzadas a ir al paro de manera total o parcial recibirán su retribución sin que ello les afecte a la hora de computar el tiempo que han estado bajo esta medida para calcular su prestación de paro, si es que en un futuro se vieran abocados a esa situación. Además, las empresas que hayan presentado ERTE no podrán despedir a los trabajadores y trabajadoras en los siguientes seis meses, quitando algunas situaciones muy excepcionales.

En la Safor se han acogido a esta modalidad un total de 2.006 empresas. En su mayoría, 1.862, han justificado causas de fuerza mayor para poner en marcha el proceso, 97 han alegado cuestiones derivadas de la producción, 24 han apuntado temas organizativos, 22 económicos y solo 1 ha arguido problemas técnicos como justificación.

Por municipios, Gandia concentra la mitad de trabajdores afectados por un ERTE, con 4.830, seguido de Oliva, con 1.596 y tercero Tavernes de la Valldigna, con 715. Castellonet de la Conquesta es el que menos, con tres.