El personal técnico del Calaix Jove de la Mancomunitat de Municipìs de Safor impulsa un estudio para detectar las necesidades y el interés de las familias de los municipios de la comarca respecto a la programación de actividades de verano para niños y adolescentes de entre 8 y 16 años.

Se trata de una encuesta remitida a los ayuntamientos de los 18 municipios que integran el Calaix Jove de la Safor (Tavernes, Oliva, Almoines, Bellreguard, Beniarjó, Benirredrà, l'Alqueria de la Comtessa, la Font d'en Carròs, Miramar, Palma de Gandia, Potries, Rafelcofer, el Real de Gandia, Ròtova, Simat, Villalonga, Xeraco y Xeresa) que se puede rellenar "online" (google drive) (https://forms.gle/H265d4GHc4QKNdiM6).

El cuestionario es difundido entre la población a través de las redes sociales municipales hasta el 14 de junio con el objetivo de recoger información sore diversos temas como, por ejemplo, cómo se han organizado las familias en los veranos pasados en cuanto a actividades para menores, cuáles han sido estas, quien las organizaba, cómo se plantean este verano ante la crisis sanitaria o si ven la necesidad de que haya actividades organizadas, entre otras.

De momento, ya son más de 400 familias las que han contestado y, aunque es pronto para sacar conclusiones, se puede decir que la gran mayoría ha disfrutado de actividades de verano organizadas en ediciones pasadas y también la mayoría piensa que este año existe la misma o mayor necesidad de que sus hijos e hijas participan en actividades organizadas como las "escoletes d'estiu", campamentos de verano o deportes como competiciones de natación, entre otras.

Con el resultado de la encuesta, el Calaix Jove de la Safor elaborará un informe no vinculante para especificar la opinión de las familias que se enviará a cada municipio a modo de orientación para que cada ayuntamiento haga lo que crea conveniente.

El estudio obedece a que los técnicos de Juventud consideran muy importante que los niños y jóvenes no se queden sin propuestas de ocio educativo este verano, ya que contribuirán a compensar la situación vivida en los meses de confinamiento. No se trata de hacer actividades para llenar el tiempo de los menores y adolescentes, sino que debe de plantearse desde una función reparadora emocionalmente así como desde una perspectiva educativa. De hecho, lo que se pregunta a las familias no es qué quieren hacer sino si quieren hacer algo y cuándo.