La playa de Miramar ha iniciado la temporada estival con todos los servicios renovados después del temporal Glòria y con todas las medidas de seguridad e higiene aplicadas.

El Ayuntamiento ha elaborado un Plan de Contingencia para garantizar la seguridad de los bañistas, tanto de los vecinos y vecinas del municipio como de la gente que lo visita. Entre las medidas que se han empezado a aplicar a partir del 13 de junio está la prohibición de dejar a primera hora de la mañana el parasol y las hamacas sin usuarios y utilizarlas para reservar el espacio. Durante la primera semana se ha informado a los usuarios que sigan esta práctica, pero "este verano se retirarán todos los parasoles y sillas que estén reservando lugar sin estar ocupadas, una práctica muy poco solidaria", recalca la alcaldesa, Pilar Peiró.

Además, este verano la playa cuenta con pasarelas únicas de entrada o salida a la arena para evitar las aglomeraciones de gente en los accesos. El Plan de Contingencia también contempla la restricción del uso de los lavapiés y la reducción de las papeleras, siguiendo las indicaciones sanitarias.

Desde el sábado 13 de junio ya está en marcha el servicio de salvamento y socorrismo de la Cruz Roja, instalado en el Centro Cívico de la playa, donde también están ubicadas, durante todo el verano, las dependencias de la Policía Local y a partir del 1 de julio la Guardia Civil. Esta semana ha abierto también la Oficina de Turismo junto con los informadores turísticos de la Generalitat Valenciana que este verano reforzarán las tareas de información sobre las medidas de seguridad de la covid-19.

Además, este lunes se ha vuelto a montar el mercado en la playa de Miramar. Este verano tendrá una nueva ubicación en la avenida de Miramar para asegurar el cumplimiento de las normativas ante la covid-19. El mercado contará con un aforo de 70 personas, acceso de entrada y salida diferenciadas y las paradas separadas dos metros entre ellas.