Las labores para localizar y exhumar los cuerpos de los 62 hombres que fueron fusilados por el régimen de Franco entre los años 1939 y 1940, inmediatamente después de que acabara la guerra civil española, tendrán que esperar al año que viene.
Así lo acaba de anunciar el arqueólogo Miquel Mezquida, director de la empresa Arqueoantro, que está pendiente del convenio que la asociación de familiares firmará con la Diputació de València para llevar a cabo esa actuación, esperada e impulsada por varias decenas de familiares de las víctimas de la Gandia y la Safor.
Después de que un georradar diese «positivo» en una prospección que tuvo lugar el pasado mes de noviembre, tanto el Ayuntamiento de Gandia como la diputación anunciaron que los trabajos para las catas se realizarían en este 2020, pero la pandemia del coronavirus ha impedido gestionar los trámites.
Nuria Martín, presidenta de la asociación de familiares de fusilados en el cementerio de Gandia, ha señalado a Levante EMV que en una reciente reunión Miguel Mezquida les comunicó que en breve se firmará el convenio entre Arqueoantro y la diputación, un compromiso adquirido por la institución provincial, y que los trabajos se van a realizar en el pasillo situado a la derecha del cementerio municipal de Gandia, según se entra al recinto. Es allí, recuerda Martín, donde todo apunta a que puede estar al menos una parte de los 62 fusilados. No solo porque José Albero, de 88 años e hijo de Tomás, uno de los fusilados, señaló que estuvo allí unos días después y que recuerda haber visto sangre y cal viva sobre zanjas abiertas, sino porque también el georradar contratado por la diputación detectó la posible presencia de restos humanos en ese mismo lugar.
Un memorial en el cementerio
Nuria Martín señala que, atendiendo a las explicaciones de Mezquida, la previsión es que los trabajos se inicien entre enero y febrero, y se trataría tanto de las catas, para confirmar la existencia de enterramientos en esa zona, como de la exhumación de los restos en el caso de que aparezcan. Si eso ocurre, los familiares de la asociación ya se han sometido a pruebas de ADN, de manera que, si se consigue la identificación, podrán realizar un enterramiento digno en el lugar que deseen.
Como ha ocurrido con la asociación de víctimas del franquismo recientemente constituida en Oliva, los familiares de los fusilados en el cementerio de Gandia también pedirán al ayuntamiento que erija algún tipo de memorial en ese lugar, algo que se da por hecho porque el consistorio ha apoyado en todo momento la causa de la llamada memoria democrática.
