Ocho años al frente de la Semana Santa de Gandia han dado para mucho. Para la alegría de haber sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, un objetivo que se venía persiguiendo desde hace años, pero también para momentos tristes. Entre estos últimos la lluvia que, en 2019, impidió celebrar buena parte de los actos, y, obviamente, en este 2020, cuando se tuvo que suspender la programación por la crisis del coronavirus. María José Martí, que deja la presidencia, valora sus dos legislaturas como presidenta de la Junta Mayor de Hermandades.

Ha sido usted la primera mujer presidenta de la Semana Santa de Gandia. ¿Cómo valora este hecho?

Siempre desde mi fe, he sentido con gran intensidad la Semana Santa y llegar a ser la máxima representante ha sido una gran satisfacción y orgullo.

¿De los 8 años de gestión al frente de la Junta Mayor, qué aspectos destacaría?

Han sido unos años un poco difíciles, pero hemos conseguido darle un impulso a la revista Passio, el haber celebrado el Encuentro Diocesano con la participación de las 41 poblaciones que pertenecen a la Diócesis y, cómo no, el haber sido declarada Fiesta d Interés Turístico Nacional nuestra Semana Santa. Asímismo abrir nuestra Semana Santa a la ciudad de Gandia tanto en las celebraciones religiosas como en el resto de las actividades que se realizan.

¿Qué desearía haber hecho y que no ha podido cumplir?

Como he indicado anteriormente, debido a los momentos de crisis económica que hemos tenido no se ha podido intentar realizar un Museo para la gran Imaginería de la Semana Santa.

¿La participación de los jóvenes siguen siendo una asignatura pendiente en la Semana Santa de Gandia?

Como he indicado en otras ocasiones, la juventud sí que participa en todas las procesiones, pero es un poco difícil integrarlos en las directivas de las hermandades. Muchos no pueden por motivos laborales (no trabajan en nuestra ciudad) otros por no estar establecidos laboralmente, pero soy optimista y creo que esto puede cambiar.

Los dos últimos años, uno por la lluvia y otro por el coronavirus, no se ha podido desarrollar con normalidad la Semana Santa. ¿Es lo que más lamenta?

Como bien indicas los dos últimos años han sido muy lamentables por no haber podido realizar todos los actos en las calles de nuestra ciudad. El año 2019 por la lluvia no se pudo celebrar el Jueves Santo, el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección, pero el resto de actos se pudieron celebrar. Este año debido al coronavirus no hemos podido celebrar ningún de los actos dado que el estado de alarma se inicio el 14 de marzo y nuestra Semana Grande aun no se había iniciado. Es verdaderamente un sentimiento de dolor y tristeza. Tristeza por haber estado todo un año realizando actividades y en el momento cumbre con todo dispuesto quedó truncado. Dolor por todas las hermandades, que tampoco han podido celebrar sus actos litúrgicos, como sus procesiones, y por haber visto rotas todas las esperanzas de llevar a cabo todas las celebraciones.

¿Qué desea a la nueva directiva que surja del congreso?

Le deseo el mejor de los éxitos en todos los actos propios que organizan y en todos los proyectos que puedan emprender.