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Incivismo

El vandalismo no deja vivir a SaforBici

Apenas dos meses después de la reactivación del servicio, los robos y desperfectos causados inutilizan casi la mitad de los vehículos - Desde hace días la mayoría de las bases están sin bicis o con un número insuficiente para el número de usuarios

El vandalismo no deja vivir a SaforBici

No hay manera de que el vandalismo permita funcionar a SaforBici, el sistema de alquiler de bicicletas urbanas que, apenas hace dos meses, fue reactivado por el Ayuntamiento de Gandia tras permanecer mucho tiempo con tantas deficiencias que lo hacían inservible.

Después del obligado confinamiento a causa de la crisis sanitaria por el covid-19, la empresa concesionaria de ese servicio instaló unas doscientas bicicletas repartidas en las numerosas bases que hay en la ciudad y la playa, que también fueron renovadas, pero desde hace días los usuarios han vuelto a perder la esperanza de encontrar allí el vehículo que buscan para desplazarse.

El motivo, como ha ocurrido tantas veces en SaforBici, no es otro que esa actitud incívica de destrozar lo que es de todos. A finales de la semana pasada la Policía Nacional detuvo a tres menores de edad que habían robado nada menos que 23 vehículos, que dejaron abandonados por distintos puntos de la ciudad, y procedieron, premeditadamente, a destrozar gran parte del mobiliario de las bases de la playa donde se encuentra el sistema de control que permite recoger y dejar las bicicletas.

Pero es que el concejal de Tráfico y Movilidad, Nacho Arnau, acaba de revelar que son cerca de ochenta, de un total de doscientas, las bicicletas que en las últimas semanas han sido víctimas de ese vandalismo difícil de explicar y se han tenido que retirar para su reparación.

Bases vacías

El resultado, como se pudo observar en el recorrido realizado ayer por distintas bases de SaforBici, es que los usuarios no pueden usar el sistema simplemente porque no hay bicicletas. Desde hace días quienes acostumbran a utilizar la bicicleta para desplazarse por la ciudad se encuentran con el despago de tener que seguir a pie porque no hallan el vehículo que requieren a pesar de estar pagando la cuota por ese servicio.

En más de una ocasión, durante los reiterados intentos de reponer las instalaciones, se anunció que SaforBici dispondría de cámaras de seguridad que grabarían en las bases, lo que facilitaría el control y vigilancia, pero esta es la hora que ese dispositivo no existe. Como también se incumplen sistemáticamente las normas que rigen ese servicio. Por las calles de Gandia es habitual encontrarse a personas menores de 16 años con el vehículo. Es habitual encontrar quien circula por zonas prohibidas. Y tampoco hay que buscar mucho para ver a dos, o más personas, montadas en una bicicleta pensada para un único usuario.

La empresa concesionaria ya trabaja para reparar todos los desperfectos, en bases y en vehículos, y reactivar el sistema.

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