El Ayuntamiento de Benirredrà ha decidido cerrar la piscina municipal, suspendiendo así las actividades acuáticas de este mes de agosto y las que había previsto en la calle.

La piscina municipal, por una cuestión de responsabilidad y seguridad, se abrió sólo para cursos de natación y de actividades acuáticas, en ningún caso para baño libre. Ahora, las nuevas situaciones de posible contagio actuales por la pandemia de la Covid-19 obligan a tomar nuevas medidas, seguir extremando la precaución y hacer caso de todas las recomendaciones sanitarias.

Benirredrà es un pueblo familiar con una extensión de 0,4 km2, lo cual, hace que extremen las medidas de prevención para evitar posibles contagios. Se trata de decisiones difíciles pero al mismo tiempo necesarias, que tienen por finalidad el bien general de las personas, de las vecinas y vecinos de la localidad, según explican desde el ayuntamiento.