El Ayuntamiento de Gandia se sorprendió ayer al comprobar que, sin previo aviso, responsables de la empresa Rústicas, que es propiedad del llamado Camí de l'Escorredor del marjal de la Safor, lo habían cerrado, impidiendo así el paso de viandantes y ciclistas que aprovechan para adentrarse en este espacio natural.

En la pasada legislatura Rústicas y el departamento de Gestión del Territorio de Gandia firmaron un convenio de colaboración para que este acceso, caracterizado por la presencia del agua del marjal y de grandes eucaliptos a ambos lados, pudiese ser disfrutado por propios y visitantes, incrementando así el atractivo ambiental de la playa. También como vía de acceder desde la zona norte del litoral gandiense hacia la ciudad a través de l'Alqueria del Duc.

Ese acuerdo entre Rústicas y el consistorio, que fue negociado por el entonces concejal Xavier Ródenas, garantizaba la vigilancia para que los usuarios no arrojaran basura, mantuvieran limpio el espacio y respetaran los cultivos que allí crecen.

Ayer, al tener conocimiento de lo sucedido, responsables municipales se interesaron por los motivos de esa decisión, sin encontrar lógica a las respuestas, y negoció para que, a partir de hoy, viernes, al menos se pueda abrir la puerta lateral pequeña con el fin de que viandantes y ciclistas accedan al camino.

El ayuntamiento insistirá en que se cumpla el acuerdo original y que, en los próximos días, el Camí de l'Escorredor queda completamente abierto.