Cuatro millones para sacar lustre al casco antiguo de Oliva

El programa ARRU permite la mejora de los barrios Raval, Gerreria, Pinet o Sant Francesc gracias a la rehabilitación urbana y de viviendas

Las obras que actualmente se están desarrollando en el entorno de la escoleta El Caragol, incluidas en el ARRU.

Las obras que actualmente se están desarrollando en el entorno de la escoleta El Caragol, incluidas en el ARRU. / levante-emv

toni álvarez casanova gandia

Cuatro millones de euros. Con esa cantidad, el Ayuntamiento de Oliva pretende dar una nueva vida a su casco antiguo. No cabe duda de que barrios como la Vila, el Raval, Gerreria, el Pinet, Sant Francesc o cementerio antiguo-Senda del Lladres tienen un gran encanto y son zonas a las que los vecinos y vecinas les tienen mucho cariño.

De hecho, las rutas para conocer sus rincones e historia cuentan con un buen número de adeptos y atraen a visitantes de todas partes que quieren conocer los secretos de lo que fue la vieja Oliva. Sin embargo, como ocurre en cualquier situación, el paso del tiempo reclama que se vayan ejecutando mejoras para que no se pierda ese atractivo.

Por eso, cuando salió la oportunidad de invertir de forma seria en estos barrios en su conjunto, el ayuntamiento no lo dudó. En unos años, presentarán un nuevo aspecto, una vez finalice el proyecto Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) del que forma parte este municipio desde que fuera incluido en 2016.

Se trata de una línea de ayudas en la que participan tres administraciones: El Gobierno, a través del Ministerio de Fomento, la Generalitat, con la Conselleria de Vivienda y el propio ayuntamiento, que también tiene que desembolsar una parte.

El programa cuenta con dos líneas de actuación. La primera, dirigida a particulares, sirve para la reforma integral o parcial de viviendas privadas. Este paquete dispone de un total de 2,6 millones de euros, de los que ya se ha repartido una parte en las dos convocatorias de ayudas que ha puesto en marcha el ayuntamiento en estos últimos años.

Hasta el momento, ya se han beneficiado de estas ayudas un total de 64 familias, que han podido actuar en sus viviendas dotándolas de mejor aspecto y, especialmente más comodidades y renovados servicios, manteniendo la esencia de los barrios en los que se encuentran pero, sin duda, revalorizando tanto la propia casa como la zona.

Los propietarios pueden acceder a ayudas de hasta 22.000 euros en aquellos casos en los que se quiera acometer una reforma del inmueble y de un máximo de 50.000 cuando se trata de una reedificación, es decir, demoler la vivienda y volverla a levantar, como explica el alcalde, David González. Solo en la segunda convocatoria de solicitud de estas ayudas, se han habilitado 1,2 millones de euros.

Urbanismo antiguo

El objetivo de este programa es rehabilitar zonas de ciudades que se han ido degradando con el paso del tiempo o que presentan un urbanismo muy antiguo que dificulta la valorización del entorno y también el tránsito de los vecinos. En los citados barrios del casco antiguo de Oliva hace años que existe el problema de las viviendas en ruinas. De hecho, en más de una ocasión se ha producido el derrumbe espontáneo de alguna de ellas debido a su mal estado de conservación y en otros casos ha tenido que ser la propia administración la que actuara debido al peligro que suponía de derrumbe alguna de las viviendas.

La otra pata del ARRU es la obra en espacios públicos. En este caso, el consistorio dispone de 1,3 millones para llevar a cabo actuaciones en diferentes puntos de la ciudad que se consideren estratégicos. Esta misma semana, precisamente, se han iniciado las obras en el entorno de la «escoleta» el Caragol. Se trata de la segunda fase de reurbanización de esta zona pero es la primera actuación que se sufraga con fondos procedentes del ARRU. Como explicaba González, «anteriormente ya se llevaron a cabo una serie de obras que se abonaron con una ayuda de la Diputación de Valencia».

La semana pasada, el propio González junto al concejal Miquel Doménech visitaba las obras de esta zona. Los trabajos no han parado en todo el verano y esto ha permitido que esté muy avanzada la estructura de la ampliación de la calle. Esta fase es la más compleja del proyecto y se ha acelerado para causar las menores molestias posibles al funcionamiento de la guardería. Esta obra supondrá una inversión de algo más de 330.000 euros, por lo que aún resta otro millón de euros para actuaciones de regeneración.

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