El activista de la bicicleta Paco Tortosa anima a los gobernantes de localidades pequeñas como la Safor a limitar la circulación motorizada en prácticamente todas sus calles a 20 o 30 kilómetros por hora. Estas zonas, según Tortosa, no tienen por qué ser exclusivas de las grandes ciudades. Con ello, no sólo se reduce la contaminación y se camina hacia un nuevo modelo de movilidad más sostenible, sino que también se disminuye el riesgo de atropellos.
El autor de libros de cabecera como «España en bici», hizo estas consideraciones el viernes pasado en Villalonga, localidad a la que acudió, invitado por el ayuntamiento, para ofrecer la charla «El plaer de la bicicleta en temps de coronavirus», en el auditorio municipal.
Por otra parte, y aprovechando que estaba en Villalonga, Tortosa se refirió a la Vía Verde del Serpis, y a la vieja reivindicación de acondicionarla como ruta cicloturista homologada, aprovechando la antigua plataforma ferroviaria.
Sobre este punto Tortosa dijo que hay «buenas noticias», ya que la Unión Europea ha decidido incluir este tramo dentro de la red EuroVelo, en concreto la ruta E-38 que unirá Cádiz con Atenas. Esto supone acelerar la financiación y los plazos para mejorarla y darla a conocer. «Cuando esté operativa os aseguro que por Villalonga pasarán miles de cicloturistas europeos, algo que también ayudará a desestacionalizar el turismo», pero también recomendó «hacer algo para que se queden o se puedan alojar» en la localidad.
Por otra parte, Tortosa denunció el «abandono» y la «falta de mantenimiento» de otra vía ciclista en la Safor, la que va de Oliva a Gandia, aunque se arreglara el tramo que discurre junto al hospital comarcal.