La Federación de Asociaciones de Empresarios de la Safor (FAES), que aglutina a entidades empresariales de diferentes municipios de la comarca, ha hecho un primer diagnóstico de las consecuencias que está teniendo en los diferentes sectores económicos la crisis derivada de la pandemia del coronavirus desde el pasado mes de marzo. Turismo, que incluye hoteles, alquiler de apartamentos, restaurantes, locales de ocio o espectáculos, Servicios y Comercio son, según la patronal, los sectores «más perjudicados» por el parón de la actividad económica provocado por el frenazo del consumo y por el cierre de los locales durante varios meses. Estos presentan «muy poca actividad» incluso mucho después de reabrir sus puertas, según las conclusiones de la Junta Directiva presidida por Juan Pablo Tur en su reunión ordinaria del mes de septiembre. No hay más que echar un vistazo a los datos de la campaña estival en la comarca, con una ocupación por debajo del 70% en los hoteles, un 50% de la contratación de personas respecto al año pasado y una pérdida de 2.800 empleos, en su mayoría pertenecientes al sector servicios. Un buen número de empresas han tenido que presentar Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE) para intentar subsistir. Además, la patronal apunta a las empresas que se dedican al sector de las energías renovables y las de promoción inmobiliaria como sectores con «graves problemas», aunque en este caso no es tanto consecuencia directa de la propia crisis, sino que vienen derivados del «bloqueo de la administración», señalan desde FAES en un comunicado. Los empresarios auguran un futuro muy complicado para muchos negocios y prevén el cierre «a gran escala» de empresas, algo de lo que culpan «a las medidas restrictivas» de las administraciones que, consideran, «van a acelerar» esta situación. «Desgraciadamente, la crisis va a ser catastrófica en este trimestre y principios de 2021», apuntan desde la federación. «Se van a producir muchos concursos de acreedores» y denuncian que «el afán recaudatorio de este gobierno no ayuda a paliar la crisis». En su análisis, desde FAES también detallan qué sectores han aguantado mejor el golpe de la crisis de los últimos meses: la industria agroalimentaria, tecnológicas, servicios de oficios y venta de vivienda «están trabajando con normalidad», indican desde el organismo que aglutina a las asociaciones empresariales de la comarca de la Safor. La directiva aprovecha para lanzar un mensaje al Gobierno al asegurar que «no es el momento para una reforma laboral». En ese sentido, la patronal considera que, de producirse, esta debe ser «consensuada entre todas las partes, no sólo del Gobierno y sindicatos». «Pedimos a las administraciones locales que no bloqueen, ni paralicen la concesión de licencias de obras y eviten la inseguridad jurídica por las graves consecuencias que esto provoca en la actividad y el empleo». Desde FAES aseguran que en estos momentos es «cuando la colaboración público-privada tiene que aunar esfuerzos y poner a disposición de los ciudadanos los recursos necesarios con actuaciones rápidas dentro del marco legal, facilitando el trabajo de las empresas, que las ayudas no se demoren y podamos evitar una hecatombe de cierre sin precedentes», señalan en el escrito. La entidad pide mayor «agilidad» a la administración para facilitar la digitalización y conversión de las empresas y también reclama a los gobiernos «activar la puesta en marcha de proyectos paralizados y gestionar con agilidad los trámites para que las empresas puedan operar.
