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Política municipal

La crisis en Compromís per Ròtova deja al Gobierno local en minoría

El Partido Popular revela el duro enfrentamiento entre el alcalde Puig y el concejal destituido

Jordi Puig, junto a Maria Josep Amigó, en un acto público. raquel abulaila

El Gobierno local de Compromís pwer Ròtova definitivamente se ha roto. Pese a anunciar que intentaría arreglar sus diferencias con dos concejales de su grupo, el alcalde de la localidad, Jordi Puig, no lo ha conseguido y en el último pleno se escenificó plenamente el distanciamiento entre la primera autoridad local y los ediles Gustavo Morant y Ana María Puig. Al primero, el alcalde lo destituyó de sus cargos. La segunda mostró su disconformidad con esta acción y voluntariamente renunció a seguir en el gobierno. Así, de los cinco concejales que Compromís consiguió en las pasadas elecciones, poniendo fin a décadas de gobiernos del PP, tres, contando al alcalde, se tendrán que repartir la gestión municipal. Los otros dos quedan sin responsabilidades y, en la oposición, cuatro concejales del PP. Para aprobar asuntos en el pleno, el alcalde, por lo tanto, queda a merced de lo que hagan los dos concejales que formaban parte de su gobierno y que ahora lo han abandonado. En el último pleno esa ruptura en Compromís se hizo más pública que nunca. Según señala Julia Donet, portavoz del PP en este ayuntamiento, todo surgió cuando ella preguntó al alcalde por las razones de la destitución de Gonzalo Morant y la renuncia a sus cargos de Ana María Puig. Según la edil popular, Jordi Puig no contestó, pero durante el debate Gonzalo Morant se dirigió a la primera autoridad local diciéndole «que había mentido», que ha estado «un año tapándole las mentiras» y que entre los vecinos había difundido la idea de que era «un malfaener». A través de un comunicado de prensa, Julia Donet exigió ayer que Jordi Puig explique a los vecinos los motivos de esta ruptura en el seno del Gobierno local, y añadió que el alcalde «ha perdido la confianza de sus concejales».

La portavoz popular considera que, como concejales que son, tienen derecho a conocer cómo se organiza el gobierno y cómo queda una situación en la que dos concejales de Compromís «están enfrentados a Puig». Julia Donet recordó que, cuando estaba en la oposición, el actual alcalde «siempre reclamó transparencia», por eso le reprochó que ahora que le corresponde asumir esa actitud, ni siquiera informe de un cambio sustancial en el equipo de gestión del gobierno. La situación en este momento aún es favorable al alcalde porque, con tres concejales fieles, podrá aprobar con su voto de calidad las cuestiones que lleve al pleno, siempre que Gustavo Morant y Ana María Puig opten por respaldarlo o abstenerse. Pero en unas semanas se incorporará el cuarto concejal del PP, que tomará posesión de su cargo tras la dimisión de un compañero, y entonces la correlación de fuerzas varía. Si los populares rechazan las propuestas del gobierno y los dos concejales díscolos con el alcalde se abstienen, se producirá el temido bloqueo de la gestión municipal y el riesgo de parálisis cuando aún no se ha llegado al ecuador de la legislatura.

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