La Conselleria de Cultura reconoce que al Monestir de Santa Maria de la Valldigna no se le ha tenido el cuidado que debía. Por ese motivo, ha adquirido el compromiso de prestar más atención al conjunto patrimonial ubicado en Simat de la Valldigna, después de que el alcalde de este municipio, Víctor Mansanet, y el presidente de la Mancomunitat de la Valldigna y alcalde de Benifairó, Josep Antoni Alberola, mostraran a través de las informaciones que ha publicado Levante-EMV, su malestar por el descuidado estado en el que se encuentra. Esta situación es fruto de la falta de actuaciones durante años, que han tenido como consecuencia su cierre parcial por el peligro de desprendimientos.
Según pudo saber este periódico y confirmó el presidente de la Mancomunitat de la Valldigna, Josep Antoni Alberola, un representante de la Conselleria que dirige Vicent Marzà se puso en contacto con él ayer mismo para trasladarle su intención de agilizar las gestiones para activa inversiones que sirva para, por una parte, solventar cuestiones patrimoniales, como el asunto de los florones, que llevan años guardados en cajas a merced de la humedad y el paso del tiempo sin ser instalados donde les corresponde, en la bóveda de la iglesia del cenobio. Estos elementos fueron adquiridos a la parroquia de Benifairó hace ya once años y, a pesar del tiempo transcurrido es un tema aún pendiente en el cenobio de Simat.
Por otra parte, la Generalitat también quiere invertir más en el cuidado y limpieza de los espacios ajardinados, que son los que permiten mejorar la imagen de un conjunto histórico que supone una joya cultural no solo para los vecinos y vecinas de la Valldigna, sino para todos los valencianos y valencianas, como así lo atestigua su reconocimiento como Bien de Interés Cultural (BIC). Aunque muy de vez en cuando se contrata a una empresa que adecenta los jardines es más el tiempo que las hierbas secas y altas toman la zona intramuros que el que está arreglado para mejorar la experiencia del visitante. La última vez que se trabajaron los jardines lo hizo el Ayuntamiento de Simat mediante su brigada.
El monasterio está gestionado por la Dirección General de Patrimonio, que ahora está en manos de la escritora Carmen Amoraga. Desde este departamento informaron la pasada semana, a preguntas de este diario, que se está tramitando la licitación de obras urgentes para actuar en los desprendimientos que se han producido en unos arcos góticos ubicados entre la iglesia y la sala capitular y también en otros elementos que presentan peligro de que pueda suceder o mismo.
El Monestir de Santa Maria de la Valldigna está actualmente cerrado a las visitas. Ni qué decir tiene de la importancia que este monumento supone tanto a nivel turístico como cultural para la Valldigna y concretamente para Simat, ya que es junto a la ermita de la Xara el principal atractivo del municipio. No en vano, es sede oficial del Centre Internacional de Música Medieval de la Valldigna y también acoge actividades culturales organizadas por la Mancomunitat de la Valldigna.
Hace unos meses, este organismo firmaba con la Conselleria de Cultura a través del cual los pueblos se hacían cargo de gestionar la programación cultural del monasterio. Esta decisión no tapa la evidente falta de actuaciones.
Además, los alcaldes de los municipios en los que se enclava el monumento se quejan de cuánto cuesta acceder al monasterio para hacer algo. Por ejemplo, para trabajar los campos de naranjos que hay en el interior o cuidar los jardines, el Ayuntamiento de Simat debe pedir permiso a la Generalitat, que no lo pone nada fácil a la hora de dar acceso a los operarios municipales para que puedan trabajar.
