Vecinos de la calle Pellers de Gandia, en el distrito del Raval, evitaron la noche del jueves al viernes la ocupación de una vivienda. En ese momento, como es lógico, la ciudad dormía pero, algo extraño para esta época, era una noche calurosa y algunos lo hacían con la ventana abierta. Eso propició que enseguida se escucharan los golpes y se asomaran para comprobar que varias personas estaban rompiendo la cerradura y causando daños a una puerta para poder acceder y ocupar la vivienda, lo que motivó el rechazo y los gritos de la gente que lo estaba presenciando para tratar de ahuyentarles. Los vecinos alertaron de inmediato a la Policía Local de Gandia.

Varias patrullas acudieron al lugar, y al llegar los agentes las personas que estaban intentando acceder a la vivienda ya se habían marchado por temor a ser identificados o incluso detenidos.

La Policía Local de Gandia destinó a varios agentes para que realizaran tareas de control y vigilancia con rondas alternativas por la zona del Raval para evitar que los ocupas consiguieran acceder a la vivienda de la calle dels Pellers, la antigua Curtidores. La vivienda a la que intentaban acceder es la antigua sede de la Federació de Falles de Gandia.

La policía localizó ayer por la mañana al dueño de la vivienda para comunicarle lo ocurrido por si quiería presentar denuncia además de instarle a tabicar la puerta de acceso a la misma.

La ocupación de casas en las que no vive nadie se extendió por la comarca de la Safor durante los peores años de la crisis. En algunos casos accedían familias que se quedaban sin techo por un desahucio pero en otros casos accedían a los pisos para delinquir. En este caso, la colaboración vecinal fue clave para evitar la ocupación.