El Memorial de las Víctimas del Franquismo que Oliva construirá el año que viene en el cementerio municipal ya tiene forma. Lo ha diseñado el arquitecto José Colomar, y, en esencia, lo que ha querido es situar a quienes fueron asesinados tras la guerra civil como un símbolo permanente que transmita a la sociedad la idea de la democracia, de la cultura y de la paz, esos tres conceptos que Franco atropelló de la forma más cruel mientras fusilaba a decenas de miles de personas en la represión desatada durante los años posteriores la guerra civil.
El Memorial estará formado por un muro de acero, que simboliza la fortaleza de las convicciones democráticas y también recuerda los paredones de fusilamiento. El metal estará oxidado, condición con la que se pretende trasladar el excesivo tiempo transcurrido desde aquellos terribles hechos y la reparación de la memoria de las víctimas por parte de la Administración. El color rojizo del óxido también representa la sangre derramada en la represión.
A sus pies, semihundido, habrá una recreación de las fosas comunes en las que fueron enterrados, con piedras blancas que simbolizan la cal viva que les cubrió y, sobre ella, una pasarela desde la que se podrán leer, sobre el muro de acero, los nombres de las víctimas. De momento serán 67, con posibilidad de añadir a otras en un futuro, y sus letras formarán una escalera hacia una ventana que simboliza la luz. Observando esa escena, a unos metros de distancia, un olivo, símbolo de permanencia, cultura y paz, echará raíces sobre un suelo en el que se habrán depositado unos puñados de tierra recogida en los cementerios de Paterna, Gandia, y Sueca, los lugares en los que fueron fusilados los olivenses a quienes se rinde homenaje.
El Memorial fue presentado en la tarde de ayer por la Associació de Represaliats i Represaliades del Franquisme d’Oliva (ARFO), tanto a los miembros de esa entidad, que son familiares de las víctimas, como al conjunto de la Corporación municipal de Oliva, dado que será el ayuntamiento el que, a lo largo del próximo año, asuma la construcción de este monumento a la dignidad, uno de los más representativos de cuantos en la Comunitat Valenciana homenajearán a las víctimas del franquismo.
La presidenta de ARFO, Teresa Llopis, señaló ayer a este periódico que el memorial en el cementerio municipal de Oliva figuraba entre los primeros objetivos de la entidad. Llopis quiso destacar, por encima de todo, el interés de ARFO para que este proyecto esté consensuado con todos los partidos y huya que cualquier tipo de enfrentamiento político. «Nuestro deseo es que todos entiendan que esta es una cuestión de derechos humanos», indicó Llopis, repitiendo el mensaje que ya centró su intervención cuando se creó la asociación.
Respecto al resto de proyectos de ARFO, Llopis dijo que se trabaja para organizar unas jornadas sobre el papel de las mujeres que perdieron a sus maridos en la represión franquista y que, pese a tanto dolor, supieron transmitir a sus hijos los valores de la democracia por encima de los de la venganza o el rencor. Esas jornadas han quedado pendientes a causa de la pandemia del covid.
David González: «Restituir la dignidad es un deber cívico»
El alcalde de Oliva, David González, recogió ayer de manos de ARFO la propuesta para levantar el Memorial de las Víctimas del Franquismo, una idea que aplaudió señalando que, por parte del consistorio, «es un deber cívico y una cuestión de justicia recuperar y restituir la dignidad» de aquellas personas, «sin importar posicionamientos políticos, ideológicos o religiosos». González recordó que con ese espíritu de concordia el ayuntamiento aprobó en 2017, sin ningún voto en contra, una serie de acciones, entre las que figuraba la construcción de este memorial y que, por ese motivo, en esta legislatura se creó la delegación de Memoria Democrática que lleva el concejal Josep Escrivà. González agradeció ayer la labor de ARFO y transmitió que la entidad «cuenta con el apoyo y el reconocimiento del Ayuntamiento de Oliva. s. s. gandia
