En unos meses la Conselleria de Obras Públicas de la Generalitat tendrá sobre la mesa el proyecto de la vía verde del Serpis en el tramo comprendido entre Muro d’Alcoi y el casco urbano de Villalonga. Solo entonces se podrá saber el coste económico que tendrá una obra que se reivindica desde hace treinta años, pero lo que tiene claro la Generalitat es de dónde va a venir el dinero para ejecutar las obras.
El conseller Arcadi España ha señalado que la vía verde del Serpis es una actuación «que responde a los objetivos de promoción del patrimonio natural y cultural y de conexión de la población con los espacios naturales a través de sendas ciclables accesibles», de manera que, a su entender, «cumple las condiciones para ser cofinanciadas por el Programa Operativo del Fondo de Desarrollo Regional de la Comunitat Valenciana (Feder) de la Unión Europea».
Por primera vez después de una larguísima espera la Generalitat ha aportado plazos para poder adecuar un itinerario a lo largo del Serpis para el ocio, la práctica de deportes al aire libre y rutas de movilidad sostenible entre los núcleos urbanos por los que discurre, así como poner en valor el patrimonio cultural y ambiental del entorno que atraviesa.
La Generalitat señala que el aprovechamiento de este antiguo trazado ferroviario en desuso «permitirá establecer un itinerario ciclopeatonal homogéneo, accesible y medioambientalmente integrado que, además, se implantará el itinerario ciclista Eurovelo» que recorre varios países europeos.
El conseller España también indica que dentro de las actuaciones que quiere impulsar «se encuentra la recuperación de antiguos trazados ferroviarios, con la finalidad de favorecer el desarrollo de modelos de movilidad sostenible y de impulso a las actividades de ocio y recreo en espacios naturales de un modo respetuoso con el entorno».
Con las actuaciones ya realizadas en el tramo de Alcoi a Muro, y ahora con el proyecto que impulsa la Generalitat entre Muro y Villalonga, quedará pendiente la adecuación de la vía verde entre este municipio de la Safor y el puerto de Gandia, dado que, pese a las muchas reuniones y propósitos públicos para ejecutar esa actuación, poco o nada se ha avanzado en ese sentido. La idea es que en un futuro este itinerario esté totalmente habilitado para bicicletas entre el puerto gandiense y la ciudad de Alcoi, de manera que también se pueda «vender» como un complemento deportivo, cultural, patrimonial y de turismo sostenible y activo, tan demandado y tan de moda en muchas ciudades y destinos consolidados. De hecho, la Generalitat también señala que la vía verde que impulsa «supondrá un canal básico de comunicación del turismo de la costa con el de interior» que, al discurrir por varios cascos urbanos, «potenciará económicamente estos municipios».
La reposición de la antigua vía avanza entre l’Alcoià i el Comtat
El tramo del antiguo ferrocarril comprendido entre Cocentaina y Alcoi es el que ha sufrido la mayor transformación para adaptarse a la vía verde que la Generalitat y los ayuntamientos afectados están reclamando y proyectando desde hace años. De hecho, hace unos meses el Ayuntamiento de Cocentaina incluso situó un enorme puente metálico, construido por la empresa gandiense Turmetal, para salvar la autovía A-7 entre esta localidad y la vecina Alcoi. La obra, que ya es usada por cientos de ciclistas especialmente en fin de semana, constituye un claro ejemplo de la voluntad de convertir la plataforma del viejo ferrocarril, que funcionó desde finales del siglo XIX hasta 1969, en una nueva vía de comunicación verde, con carácter fundamentalmente recreativo, pero también a disposición de quienes puedan usarla para desplazamientos habituales entre municipios más o menos cercanos. En distintos puntos de las comarcas de l’Alcoià y el Comtat la vía verde ya está perfectamente acondicionada. Es en el tramo desde Muro d’Alcoi hasta Gandia, con muchas zonas abandonadas, donde ahora el Consell de la Generalitat actuará, previsiblemente con fondos europeos.
En este itinerario, y concretamente entre Muro y el casco urbano de Villalonga, se tendrán que reponer las plataformas de otros cuatro puentes metálicos que fueron desmantelados poco después de que el último tren hiciese su recorrido. Dos de ellos están en el término de Villalonga (a ambos lados del paraje de la Reprimala), otro entre Villalonga y l’Orxa (en la zona de l’Infern) y el tercero entre las localidades de Beniarrés y Muro.
