El fin de semana no ha servido para apaciguar los ánimos entre el PSPV y Compromís por la reacción de unos y otros a la sentencia que, como publicaba este periódico el pasado viernes, devuelve la legalidad a las obras de una vivienda propiedad de la vicealcaldesa de Oliva, Ana Morell. Al contrario, la tensión no ha hecho más que crecer, ya que las dos formaciones han cerrado filas con sus representantes en esta ciudad, y en estos momentos las dos partes reconocen que el pacto de gobierno en la ciudad está «pendiente de un hilo».
El asunto ya ha saltado el ámbito local y las direcciones provincial y autonómica, que han realizado manifestaciones muy duras, se apuntan a un ambiente de ruptura y no apaciguan los ánimos. La situación es complicada desde el principio entre los dos partidos en esta ciudad por las circunstancias que arrastran desde hace ya varias legislaturas. No en vano, las direcciones locales de los dos partidos no se podían poner de acuerdo a la hora de cerrar el pacto de gobierno una vez pasada la investidura y tuvieron que mediar representantes de València.
Lo más complicado es que el enfrentamiento parte de los dos máximos representantes de los partidos y de las figuras con mayor autoridad de la ciudad, es decir, el alcalde y la vicealcaldesa, que se sientan en la misma mesa de la Junta del Gobierno y, a buen seguro, tienen muchos temas que tratar de forma conjunta.
Si el sábado se pronunciaba el secretario de organización provincial del PSPV, Vicent Mascarell, el domingo lo hacía Josep Miquel Moya, responsable de Compromís de los pactos locales. Ambos, por cierto, forman parte de la comisión de seguimiento del pacto, que, por lo que se intuye de las palabras que llegan desde cada parte, no puede tener actualmente posicionamientos más alejados.
La dirección del partido nacionalista «avala» la decisión del alcalde de Oliva, David González, de recurrir la sentencia, que es lo que más ha molestado a los socialistas. Moya acusó a los socios del Botànic de «presionar» al alcalde de Oliva para que deje el cargo y, en cambio, «permita que su portavoz municipal trate de utilizar su cargo político para saltarse la normativa municipal», entrando de lleno en el argumento de que Morell realizó las obras sin licencia.
Moya responde que su partido «está siendo fiel» al pacto del Botànic y pide al PSPV que se «considera que debe retirar su apoyo al alcalde, que lo haga».
En el PSPV, por su parte, son conscientes de que es complicado que González rectifique y decida no interponer recurso e imposible jurídicamente que lo presente a título personal, como le piden, toda vez que no es parte implicada. Internamente reconocen que la solución al enfrentamiento es «muy difícil».
