El Ayuntamiento de Gandia, la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España han vuelto a demostrar, con hechos y con dinero, que están en ese cambio de planteamiento urbanístico anunciado hace unos años, consistente en impulsar la regeneración de las ciudades, y de sus viviendas, frente a la política de ocupar más suelo para construir nuevas urbanizaciones.
Y entre los mejores ejemplos, sin duda, Gandia. Ayer la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática anunció, para alegría del Gobierno local, que ha aprobado otro proyecto de Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) dotado con poco más de tres millones de euros, de los que la Administración pondrá 2,5 y los propietarios de viviendas casi seiscientos mil.
La zona de este ARRU es todo el distrito de Beniopa y parte del de República Argentina-Plaça El·líptica, y, según anunció ayer el consistorio, permitirá actuar sobre casi doscientos inmuebles privados y en varios espacios públicos. En todos los casos, con actuaciones para la regeneración y la confortabilidad urbana.
La alcaldesa y el vicealcalde de Gandia, Diana Morant y Josep Alandete, acompañados de los presidentes de las juntas de distrito afectadas, Amparo Victoria (Beniopa) y Salvador Gregori (República Argentina-El·líptica), explicaron las que serán actuaciones más vistosas de este ARRU, que se solapa con el que también se está ejecutando, con 2,6 millones, en la zona del Raval. Uno de esos lugares es la calle Muntanya, en Beniopa, donde se demolerán cuatro viviendas en estado de ruina, se rehabilitarán otras dos y se ejecutará un acceso desde el camino de la Banyosa, como reclamaban los vecinos. En ese lugar también se acometerán obras de «microcirugía urbana» para mejorar tanto las infraestructuras como la imagen.
Otro de los proyectos públicos se centrará en la plaza dels Llauradors y las calles de Barx, Sant Antoni y Afores, también en Beniopa, donde se ampliarán espacios para peatones, así como en la habilitación de un acceso al antiguo depósito de agua potable, un elemento arquitectónico ahora en desuso que se pretende poner en valor.
Pero el ARRU también es lo que no se verá. Porque buena parte de las intervenciones que se ejecutarán con esos 3,1 millones de euros se destina a mejorar el interior de viviendas e inmuebles precisamente en una zona donde existe un parque inmobiliario muy viejo y muchos edificios no disponen de elementos aceptables de aislamiento y accesibilidad. Muchos de ellos ni siquiera disponen de ascensor, lo que limita su funcionalidad y eso, a su vez, deriva en abandono y degradación. Esa inversión, que obliga a los propietarios a aportar una parte del dinero, se centrará en la plaza El·líptica y alrededores, como consta en la memoria que se ha elaborado por parte de los técnicos municipales.
Morant, Alandete, Victoria y Gregori destacaron ayer que, después del nuevo complejo de Simancas, esta es la mayor inversión de la última década en renovación de viviendas en Gandia, y destacaron que en la concesión de las ayudas tiene mucho que ver tanto el buen trabajo de los técnicos municipales de Urbanismo como la colaboración de los colegios de Arquitectos y Administradores de Fincas.
La alcaldesa, además, dijo que, según estiman los técnicos, con cada millón de euros de inversión en ARRU se generan 75 puestos de trabajo directos, lo que supone que con el del Raval y este de Beniopa y República Argentina-Plaça El·líptica se va a dar ocupación a más de cuatrocientas personas.
Diana Morant destacó que estas inversiones se suman a otras muchas ya en marcha en la ciudad, como la nueva subestación eléctrica de Sanxo Llop, el nuevo Palacio de Justicia, el Espacio Sanitario de Roís de Corella o el Plan de Sostenibilidad Turística, que suman más de 50 millones de euros. Josep Alandete, por su parte, dijo que actuaciones como esta se impulsan en todos los barrios de la ciudad.
