La carretera que discurre por poniente de la playa de Gandia, entre la zona urbanizada y el marjal, ha cambiado definitivamente de imagen para convertirse en un espacio más humano y agradable. Sin dejar de cumplir su función de vía de comunicación para vehículos, ahora los viandantes no se encontrarán con una barrera desolada y peligrosa de cruzar, sino con una especie de bulevar en el que el peatón pasa a ser prioridad frente al vehículo.
La Diputació de València ya ha concluido, y entregará en breve al ayuntamiento, esta obra que mejora la seguridad vial y la imagen de la playa de la capital de la Safor. Tras 12 meses de trabajo en un tramo de dos kilómetros de la CV-605 delimitado por las rotondas de las calles Ribera Baixa e Illes Canàries, el departamento de Carreteras del ente provincial ha finalizado una obra en la que ha invertido 2.350.000 euros para reconvertir la antigua carretera de un solo carril por sentido en una avenida tipo bulevar con dos carriles por sentido, vía ciclopeatonal y mejoras urbanas y paisajísticas.
Ese ha sido, durante más de una década, uno de los proyectos reivindicados por el ayuntamiento, y fue en la pasada legislatura cuando se dio respuesta a su demanda, si bien las obras se han ejecutado en este periodo.
El responsable provincial de Carreteras, Rafa García, ha explicado que esta actuación, cuyo proyecto fue redactado por el Ayuntamiento de Gandia y ejecutado por la Diputación, se entregará en breve al consistorio. Explica García que el objetivo fundamental de la intervención era «mejorar la transitabilidad de cualquier medio de transporte e incrementar la seguridad de conductores, viandantes y ciclistas, pero al mismo tiempo se acordó con Gandia aprovechar las obras para integrar lo que era un tramo más de carretera en el entramado urbano del municipio, con la correspondiente integración paisajística».
La actuación que ahora finaliza ha incluido la ampliación de la calzada de uno a dos carriles por sentido, con un ancho de seis metros en cada uno de ellos y una mediana central de ancho variable medio entre 2 y 2,40 metros según los tramos.
En el punto kilométrico 400 se ha introducido una intersección en T con semáforo y en el punto kilométrico 760 una nueva glorieta para regular el tráfico, «permitiendo los movimientos entre el nuevo bulevar y las calles colindantes y aumentando la fluidez en los accesos a las urbanizaciones tanto de la playa como del marjal», indica el entre provincial.
La vía cuenta también con un arcén ciclista de 300 metros en la calzada colindante con la zona no urbanizable y reductores de velocidad mediante pasos peatonales sobreelevados, además de la nueva señalización horizontal y vertical.
Nueva iluminación
De la misma manera, se ha aprovechado para renovar la iluminación en todo el tramo de actuación. La nueva instalación de alumbrado urbano ha trasladado los puntos de luz a la mediana central de la avenida, con columnas de un diseño más acorde al entorno.
Dentro de los servicios urbanos se ha sustituido la tubería de la red de abastecimiento de agua potable existente, de fibrocemento, por una de polietileno de alta densidad, y se ha plantado arbolado de distintas especies, tanto en la mediana central como en las tercianas.
Las obras de mejora urbana e integración paisajística en el nuevo bulevar de Gandia han coincidido en parte con las de la urbanización de equipamientos privados que el ayuntamiento impulsa entre la glorieta del Assagador de Morant y el límite de la calle Illes Canàries. Por esta razón, la sección de la calzada del lado oeste de la avenida se completará en el curso de las obras de ese sector urbano.
