La curva de contagios de la segunda ola de la pandemia del coronavirus ha empezado a doblegarse en la Safor. La situación no es, ni mucho menos, buena y, aunque se prevé que aún quedan días de contagios masivos, atrás quedan las que, de momento, han sido las peores jornadas desde que se detectó el primer contagio en la comarca, a finales del pasado mes de marzo. El pasado 9 de noviembre se alcanzaba el pico de la pandemia, con 597 contagios activos en los 31 municipios de la Safor y una incidencia de 335 casos por cada 100.000 habitantes. La tendencia se mantuvo esos días estable y el 12 de noviembre presentaba cifras similares, con 587 positivos y una incidencia acumulada de 330.

A partir de ese momento, la tendencia empezó a cambiar. Ayer, día en que la Conselleria de Sanitat actualiza los datos por municipios, la comarca de la Safor registraba una incidencia acumulada de 240 casos por cada 100.000 habitantes, que es la mas baja de las últimas tres semanas, con un total de 428 positivos activos.

Esa relajación de los datos se aprecia en los datos de todo el departamento y también en la incidencia por municipios. Tavernes de la Valldigna, por ejemplo, que la semana pasada alcanzó un pico de 558 casos por 100.000 habitantes, rebajaba ayer esa cifra hasta los 337, con un total de 58 casos activos, una importante bajada respecto a los casi 100 que llegó a tener. Estas cifras vienen a confirmar la ralentización en el ritmo de contagios. La preocupación ahora, sin embargo, se traslada a Beniarjó y Xeraco, que ayer presentaban una incidencia de 566 y 456 casos por cada 100.000 habitantes, respectivamente con 35 y 28 positivos activos. Además, más de la mitad de municipios sigue manteniendo un riesgo alto o muy alto de contagio, según los criterios de la Conselleria de Sanitat.

Las semanas más complicadas

Que la comarca de la Safor ha vivido sus días más duros de la pandemia lo demuestra la cifra de fallecidos. En dos semanas, han perdido la vida por culpa de la covid-19 un total de 13 de personas, con días en los que ha habido hasta dos.

Todas ellas pertenecen al colectivo de la tercera edad, con una media de algo más de 83 años.

Las autoridades sanitarias siguen insistiendo en la necesidad de no relajarse en el cumplimiento de las medidas sanitarias y de seguridad impuestas por la administración como la distancia, las reuniones de no más de seis personas y el uso de mascarilla.

Según el último parte, en el hospital Francesc de Borja de Gandia hay 41 personas ingresadas, de las que 9 se encuentran siendo atendidas en el servicio de UCI y 32 están en planta. La presión se ha relajado respecto a los últimos días de la pasada semana, aunque el número de graves se mantiene estable y es bastante alto.