La Administradora de Infraestructura Ferroviarias (Adif) ha atendido a la petición que, mediante una recogida de firmas, realizaron los vecinos de la calle Perú de Gandia para que tomara las medidas oportunas con el objetivo de reducir las vibraciones que se sienten en las viviendas cada vez que llega o sale un tren por el túnel que de la estación.

Este problema ha existido siempre, especialmente en aquellos pisos de las plantas más altas. Sin embargo, en los últimos años el problema se había acrecentado, de manera que los vecinos y vecinas se movilizaron logrando más de 200 apoyos. La primera administración a la que se dirigieron fue el ayuntamiento, que remitió las quejas a Adif a través del departamento de Urbanismo y de la Junta de distrito de Corea. El pasado mes de enero se realizaron una serie de mediciones en las viviendas que se plasmaron en un informe que fue remitido a la empresa pública y donde, según explicaba el concejal de Urbanismo y vicealcalde, Josep Alandete, quedaba acreditado que se superaban los niveles mínimos de vibración estipulados por la ley.

Retraso por el confinamiento

El confinamiento hizo que la respuesta se ralentizara. De hecho, el ayuntamiento tuvo que volver a mandar el resultado del test, según señalaba el presidente de la Junta de Distrito de Corea, José Manuel Prieto, quien se reunió personalmente con una representación de los vecinos de la calle Perú.

Hace unos días, los propietarios recibían una carta, remitida al consistorio por el organismo que gestiona las infraestructuras ferroviarias, informando de una primera actuación, como confirmaba Carlos Serrano, uno de los vecinos que promovió la recogida de firmas. En este caso, Adif ha pasado el llamado «tren afilador», que ha limado, suavizado y nivelado los raíles para acabar con aquello que provoca las vibraciones que se transmiten a las viviendas de la zona. Josep Alandete destacaba que «es la primera vez que el organismo actúa».

La intención de la empresa ahora es contratar una firma externa que realice una nueva medición para comprobar si el impacto se ha reducido hasta los niveles exigidos. De no ser así, seguirá tomando otras medidas.

Por parte de los vecinos, Carlos Serrano reconoce que en los últimos días en las viviendas ya se perciben menos las vibraciones pero que el problema persiste. Los afectados consideran que el problema está en que los trenes entran y salen del túnel a demasiada velocidad, por lo que piden que se tenga en cuenta este tema. Serrano agradeció la implicación del ayuntamiento, que tomó las mediciones y ha mantenido el contacto con Adif.