Mientras no llegue una solución definitiva al problema de regresión de la playa de la Goleta de Tavernes de la Valldigna, que afecta especialmente a las viviendas de primera línea, protegerlas está en manos de los propietarios. Lo que ocurre es que todo aquella actuación que afecte a la playa tiene que pasar, sí o sí, por la Dirección General de Costas. Esta es la misma entidad que tiene pendiente llevar a cabo una obra que acabe de forma definitiva con el problema y que nunca llega. Hasta ahora, está tratando de solventarlo con aportaciones de arena que apenas duran unos días.

El organismo, por otra parte, también está facilitando a los vecinos de las comunidades de primera línea los trámites para que puedan tomar las soluciones que consideren para proteger sus viviendas.

Como esta misma semana publicaba este periódico, actualmente se está llevando a cabo unas obras en un grupo de seis viviendas, una actuación privada. La solicitud llegó a Costas en septiembre y se autorizó el pasado 13 de noviembre, como informaba la Delegación del Gobierno de la Comunitat Valenciana a este periódico, por lo que el expediente se resolvió en un tiempo bastante rápido para lo que suele ser la administración.

La obra plantea la proyección de una defensa longitudinal, con una sección de muro de defensa en talud de escollera colocada, con el objetivo de proteger a las viviendas frente a los embates de la mar.

Para conceder la autorización, Costas tuvo en cuenta «el mal estado actual de la estructura de defensa de escollera, que ha sufrido su pérdida de efectividad ante los embates de la mar». La zona quedó especialmente dañada tras el temporal Gloria de febrero de este año. También se acogió al Reglamento General de Costas, que habilita «a los propietarios de los terrenos amenazados por la invasión de la mar, a construir obras de defensa», indican desde la Delegación del Gobierno. Los propietarios han tenido que cumplimentar muchos trámites hasta recibir la autorización definitiva, entre ellos los informes favorables de la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental, del Servicio de Costas de la Generalitat y del Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna.

La actuación, que abonan íntegramente los dueños de las viviendas, no utiliza cemento, sino materiales naturales, como las rocas, algunas de las cuales alcanzan un peso máximo de 1.300 kilos.