El informe de l’Observatori de l’Habitatge elaborado por la Conselleria d’Habitatge i Arquitectura Climàtica que dirige el vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, clasifica a las ciudades valencianas en función de la necesidad de vivienda pública que presentan. En el caso de la Safor, la peor situación se concentra en Gandia. Según el diagnóstico de la administración autonómica, la capital comarcal presenta un nivel de necesidad «Alta». Se sitúa como la quinta con mayor índice de demanda toda la Comunitat Valenciana. un 3,84%, y es, a su vez, la primera de la provincia de València.

En la comarca de la Safor, lógicamente, también es la ciudad con mayor tasa de necesidad. También en esa calificación se encuentran Alfauir, con un 1,86%, Tavernes de la Valldigna (0,97%), Beniarjó (0,96%), Almiserà (0,95%).

Con cualificación media se encuentran el Real de Gandia, Oliva, Bellreguard, Xeraco, la Font d’en Carròs o Potries. Barx, Rafelcofer, Benirredrà l’Alqueria de la Comtessa, Palma o Xeresa, por su parte, tienen un índice bajo de necesidad de vivienda pública, como aparece en el informe de la Conselleria de Dalmau.

Entre las conclusiones del informe se recoge que un total de 248 municipios de la Comunidad necesita vivienda pública de manera urgente. Más del 80% de la población se encuentra dentro de estas áreas, y las administraciones públicas necesitarían casi 30.000 viviendas para hacer frente a la cantidad de familias que necesitan un alojamiento permanente.

Estos datos han sido calificadas por el vicepresidente de «estremecedoras, pero al mismo tiempo constituyen una razón más para seguir trabajando en la dirección que nos marcamos con la presentación del Plan hábitat 20-30».

Para el conseller, «tenemos la obligación de tirar a la papelera de la historia las privatizaciones hechas en el parque público de vivienda por los gobiernos que han precedido al Botànic». Dalmau cree que «debemos desvincular el factor económico para dejar paso al factor social. Si no lo hacemos ahora, la balanza seguirá desequilibrándose en detrimento de los más vulnerables». Para el conseller y vicepresidente, «en materia de vivienda no sirven las recetas milagrosas» y cree necesario aumentar el parque de vivienda pública.