Miguel Chofre ya no es, desde ayer, jefe de la Policía Local de Tavernes de la Valldigna. El Gobierno local, con el alcalde, Sergi González, y los concejales de Seguridad Ciudadana, Josep Llàcer, y Personal, Enric Chofre, comunicaron su decisión de prescindir de sus servicios el pasado viernes. El intendente deja el puesto después de nueve años. Fue el primer gobierno de Compromís, entonces con Jordi Juan como alcalde, quien le nombró al poco de acceder al ayuntamiento, en 2011.

Los primeros años accedió al cargo en comisión de servicios y al poco se abrió una oposición a la que se presentó, resultando ganador en primera instancia. El aspirante que quedó en segundo puesto argumentó que el recuento de méritos no era correcto y decidió recurrir. Todas las sentencias le han dado la razón y la última ya obligaba a volver a convocar al tribunal y realizar un nuevo recuento de puntos que le dará el puesto al recurrente.

El ejecutivo, de hecho, argumenta la decisión en el cumplimiento de esta resolución. En realidad, el ayuntamiento no estaba obligado a destituirle inmediatamente y podría haberle mantenido hasta la toma de posesión del siguiente, pero los ediles decidieron avanzar su salida.

Según ha podido saber Levante-EMV, no ha sido una marcha amistosa. El propio alcalde, Sergi González, reconocía ayer que la reunión en la que le trasladaron la decisión «duró un minuto», tiempo suficiente para informarle, que el afectado preguntara los motivos y los representantes públicos le respondieran que «sabiendo que el cese se va a producir igualmente, es mejor que sea lo antes posible», palabras que refrendaba el propio alcalde. González señala que «no hay nada personal» en su marcha y que se trata «de ejecutar la sentencia». Reconoce que no era necesario hacerlo aún pero que «lo hicimos por el bien de todos, sabiendo que tarde o temprano se iba a marchar».

Manterle en comisión de servicio

El malestar de Chofre estriba en el hecho de que «por deferencia» no se le convocara a un encuentro previo en el que buscar una solución conjunta y una salida menos brusca, que los ediles escucharan su propuesta que pasaba por mantenerle en comisión de servicio hasta el baremo. El ya exjefe lamentaba también que «dejar a la plantilla sin jefe titular en estos momentos concretos y con las formas irregulares utilizadas, prescindiendo de mi experiencia durante casi 10 años al frente para nombrar en funciones un sustituto de forma precipitada y del todo innecesaria, sería un acto de irresponsabilidad». Y apuntaba que con un cese tan «fulminante» no han dado tiempo de organizar su regreso a la plantilla de Gandia, de la que forma parte.